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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

La falta de puntería impide estar más cerca de la salvación

La falta de puntería impide estar más cerca de la salvación

Rioja2

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La agonía continúa. Cartagena y Castellón han salido vivos. Un punto de seis posibles es un bagaje escaso para haber ganado en tranquilidad y prácticamente, de haber sumado dos victorias, encarrilar la permanencia. Pero como esto no va de lo que podía haber sido, mejor centrarse en lo que es: 41 puntos, otra jornada más sin estar en descenso (independientemente de lo que hagan Sabadell y Alcorcón el lunes) y cinco partidos para cerrar el campeonato. En cuanto al choque de Castalia, la UD Logroñés fue mejor, disfrutó de dos largueros (ambos de Álex Pérez) y un poste (Paulino), tuvo más la pelota, controló mejor los tiempos (salvo algún momento puntual) y estuvo en disposición de doblegar a su rival, más reservón que los logroñeses. Sin embargo, los dos equipos se llevaron el mismo botín.

Santamaría estuvo inédito, una gran señal del buen hacer defensivo de los blanquirrojos a los que no les pasó factura la derrota contra el Cartagena en Las Gaunas en un partido donde faltó ambición para ganar. Todo lo contrario que en tierras castellonenses, donde los riojanos exhibieron eso que se echó de menos siete días antes. El cuadro blanquirrojo mantuvo el orden defensivo cuando hizo falta, pero Petcoff y Andy se encargaron de hacerse dueños, por lo general, de lo que acontecía en el campo. Pacheco da esa pausa necesaria cuando se tiene la pelota en tres cuartas partes de campo, mientras que Nano Mesa no brilló tanto como en otras ocasiones porque sin espacios su capacidad de sorpresa es menor, aunque dejó algún detalle como el pase picado para Álex Pérez en el primero de sus largueros.

Paulino ‘gambeteó’, como acostumbra, pero no dónde daría un plus a los suyos. Iñaki, en su línea, fue el más consistente en el ataque, de él salieron la inmensa mayoría de las acciones, mientras que Iago López y Medina estuvieron más atentos a las labores de contención que de proyectarse por su carril, cuestión de atar las vigilancias. Asimismo, Álex Pérez, reñido con el gol, y Bobadilla fueron sobrios, en la línea de esa racha positiva, y contundentes en las acciones aéreas. Evidentemente, faltó el gol. Pudo llegar, se mereció porque ha habido otros encuentros en los que con menos se han sumado tres puntos de una tacada. Sin embargo, esta Liga SmartBank exige mucho en el tramo final de la temporada para acercarse a la salvación. La UD Logroñés sigue dependiendo de sí misma. Eso es un valor añadido. El problema es que le cuesta un mundo ganar.

Sin Olaetxea ni Sierra por sanción, Sergio Rodríguez dio continuidad a los futbolistas que venían actuando en las últimas jornadas. La principal novedad residió en la demarcación de Pacheco, junto a Nano Mesa, ya que Petcoff fue el acompañante de Andy en la medular. Disposición pensada para contar con algo más de pausa y menos físico en la conexión con la delantera.

De partida, hubo respeto mutuo y equilibrio, aunque con el paso de los minutos fue la UD Logroñés la que fue ganando presencia en campo contrario. A ello contribuyeron varias acciones de estrategia (ganó la inmensa mayoría de los duelos individuales), como un córner que remató Bobadilla, tras un rechace posterior, en el segundo palo pero que no terminó de concretar entre los tres palos. También un tiro lejano y desviado de Petcoff, así como cierta proyección ofensiva por el costado zurdo gracias a la constancia de Iñaki.

Sin embargo, faltó continuidad y el Castellón, con nada, estuvo a punto de aprovechar el despiste de Iago López en la entrega atrás. Por suerte, la buena combinación local acabó con un remate defectuoso, a las nubes, de Rubén Díez prácticamente en el área pequeña. Se intuía que los de Juan Carlos Garrido estaban cómodos dejándose querer ante una UD Logroñés que acumulaba más posesión, pero carecía de la profundidad suficiente para poner en aprietos a Óscar (detuvo pasada la media hora el primer tiro a la portería de Paulino).

Que las mejores oportunidades llegaban en las acciones a balón parado quedó patente cuando tras un córner, en su continuación, el cuero le llegó a Nano Mesa que picó para que Álex Pérez, de improvisado delantero (en posición que se hubiera revisado), controlara con el pecho y enganchara un zapatazo que impactó en el larguero. El rechace le vino al tinerfeño que voleó para rozar el palo superior de la portería. Doble ocasión para cerrar una primera parte en la que los blanquirrojos estaban siendo mejores, además de asumir el mando de las operaciones.

El paso por los vestuarios podía albergar algún cambio en la dinámica del encuentro, pero la UD Logroñés insistió en lo que debía. A ello ayudaba un Castellón impreciso con la pelota y que continuaba regalando faltas con las cuales los riojanos iban aproximándose al área blanquinegra. Pero la situación fue variando cuando los de Juan Carlos Garrido empezaron a trenzar con cierta regularidad. Como consecuencia, los blanquirrojos estaban más pendientes de defender, situación que no se había dado hasta la fecha. Así, una buena conexión entre Mateu y Jorge Fernández generó un centro al que Ortuño no llegó. Y a continuación, los anfitriones en una contra volvieron a intentarlo con un tiro desviado del delantero blanquinegro.

La UD Logroñés respondió de inmediato con una buena apertura de Pacheco para que Iñaki la pusiera en el área donde apareció Paulino para conectar un zurdazo que se marchó al poste por fuera. Se recuperaba el control y Álex Pérez se volvía a encontrar con el larguero con un remate impecable a la salida de un saque de esquina justo cuando Bogusz entraba en detrimento de Iago López, lo que retrasaba la posición de Iñaki y escoraba a Pacheco.

Se entraba en el último cuarto de hora con la urgencia del triunfo, pero siendo conscientes de que la derrota sería cruel para los riojanos. Era el momento de no conceder, de limitar riesgos y de intentar aprovechar las pocas, si había, oportunidades que se presentaran pero sin volverse loco. Y justo en esas Bobadilla hacía una mala entrega en la medular y el Castellón montaba la transición ofensiva que terminó Jorge Fernández con un golpeo pésimo junto al punto de penalti.

En la recta final, pese al miedo por perder hubo un momento de ida y vuelta donde ambos conjuntos rondaron las áreas aunque sin concretar sus acciones. Sergio Rodríguez, desde la grada, mandaba las dos últimas sustituciones, Gorka y Ander Vitoria por Paulino y Pacheco, y modificar el dibujo para incrustar tres centrales. La contienda desaceleraba su ritmo, aunque la UD Logroñés apuntaba manera con espacios, pero sin conectar de manera definitiva. Aún dispusieron los dos contendientes una postrera falta lateral para pensar en la victoria, pero Bobadilla despejó el peligro para los logroñeses mientras que Iñaki se quedó corto en el golpeo con el que acabó el duelo de Castalia, donde los riojanos merecieron algo más ante un Castellón que no tiró entre los tres palos. Con eso hay que quedarse, con el punto y con mantenerse fuera del descenso, aunque cerca, con cinco jornadas por jugar.

Ficha técnica

Castellón: Óscar; Lapeña (Muguruza, min. 84), Gálvez, Delgado (Iago Indias, min. 84), Víctor; Jorge Fernández, Señé (César Díaz, min. 63), Bodiger, Mateu (Cubillas, min. 74); Rubén Díez y Ortuño (Jonatan Soriano, min. 74).

UD Logroñés: Santamaría; Medina, Álex Pérez, Bobadilla, Iago López (Bogusz, min. 72); Paulino (Ander Vitoria, min. 88), Andy, Petcoff, Iñaki; Pacheco (Gorka, min. 88) y Nano Mesa (Roni, min. 81).

Goles: No hubo.

Árbitro: David Gálvez Rascón (Comité Madrileño). Amonestó a Jorge Fernández (min. 39), por el Castellón y a Bogusz (min. 85), por la UD Logroñés.

Foto: UD Logroñés

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