La Comisión Permanente del Consejo Escolar de La Rioja ha aprobado por unanimidad el Informe sobre la Escuela Rural que ha sido elaborado con las aportaciones realizadas por los propios agentes de la zona rural: equipos directivos, profesorado, ayuntamientos, asociaciones, etc., permitiendo un análisis y un debate profundo de la situación actual, así como principales propuestas y retos pendientes. Este informe se ha realizado tras ser solicitado por la Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud, en el interés común por apoyar la Escuela Rural y su desarrollo en La Rioja.
Tal y como indica el informe, la atención al alumnado de Educación Infantil y Primaria de los municipios de población escolar muy reducida se realiza mediante la fórmula organizativa ya consolidada de los Colegios Rurales Agrupados (CRA). En la Comunidad Autónoma hay actualmente once CRA, que acogen a 1490 alumnos y alumnas en 48 localidades, lo que supone un 8,3% de la población escolarizada en la escuela pública. En el citado informe se pone de manifiesto la importancia de la escuela rural para vertebrar el territorio, para luchar contra la despoblación al contribuir a fijar la población y generar actitudes favorables de arraigo.
El compromiso con la escuela rural, indica el Consejo Escolar, tiene que ser el de garantizar la igualdad de oportunidades y asegurar la supervivencia de nuestros pueblos. La LOMLOE en su Artículo 82 manifiesta ese compromiso de manera contundente. Del análisis de los datos y aportaciones recogidas se puede afirmar que la escuela rural en la Comunidad autónoma de La Rioja es una escuela rica en fortalezas y oportunidades; y que la educación en nuestros pueblos tiene tanta o más calidad que en los colegios más grandes.
La despoblación y la falta de alumnado es su principal debilidad. Pero esta amenaza se puede combatir ofreciendo oportunidades, empleos, recursos económicos, y garantizando servicios públicos de calidad: como dato a señalar cabe destacar la reapertura de la escuela de Ollauri este curso, que permanecía cerrada desde hace más de 30 años.
La escuela rural se beneficia del entorno rural favoreciendo la implicación con el medio ambiente, permite medidas organizativas más flexibles, favorece una relación más cercana y profunda con las familias, potencia el desarrollo de las capacidades de todo el alumnado, los resultados académicos no difieren de centros más grandes, posibilita proyectos de innovación educativa, favorece la educación inclusiva y la atención a la diversidad, siendo estas sus principales fortalezas.
Las instalaciones y recursos han mejorado considerablemente, aunque aún puede avanzarse en estos aspectos. La pandemia ha supuesto una oportunidad para la digitalización con buenos equipamientos informáticos y adecuada conectividad.
No obstante, la escuela rural necesita contar con políticas de potenciación. Es preciso dar respuesta a determinados problemas que tienen que venir de la mano de un Plan para la Escuela Rural en el que se impliquen los ayuntamientos junto con la administración educativa y se cuente con el impulso de agentes sociales y culturales del entorno.
Los principales retos que tiene pendientes la escuela rural de La Rioja se pueden concretar en:
La educación es una tarea compartida. La realidad de la escuela rural, rica y compleja, puede ser mejorada con la coordinación y el compromiso de los agentes educativos, sociales y culturales con los que se relaciona.