El otro fútbol llega a Las Gaunas

4 de septiembre de 2021 07:19h

Queda mucha competición por delante, pero la UD Logroñés ya sabe lo que es ganar a uno de los eternos favoritos al ascenso a Segunda. Lo hizo además en el día que sus aficionados regresaban a Las Gaunas, lo cual da más brillo a una victoria decidida por detalles, por esos que, de momento, le favorecen al bloque logroñés. Como sucediera en el derbi del debut en la Primera RFEF hubo pocas ocasiones, mínimas (de hecho Lucas no tuvo que realizar ni una parada). Pero fue suficiente para que Guarrotxena desequilibrara el duelo al filo del descanso y después su equipo supiera jugar a ese otro fútbol que tanta falta hace en los partidos decisivos. Porque en la segunda mitad apenas se jugó, a lo cual ayudó la propuesta de los blanquirrojos, más pendientes de evitar la continuidad de su rival que de buscar el segundo, que encima pudo aparecer con espacios a la contra.

Mere apenas dio un retoque a su once, con Sierra en la medular en detrimento de Parejo, para su estreno en Las Gaunas. Además, ante uno de los siempre favoritos a todo, el Racing; un bloque cántabro con caras conocidas (Medina y Bobadilla, sin convocar) por una afición blanquirroja que por fin podía volver a ver a los suyos como local después del paso fugaz por el fútbol profesional. Año medio en el que han cambiado muchas cosas. El caso es que la puesta en escena en el campo municipal fue buena; con Alfaro percutiendo por su perfil diestro, rondando el peligro en un saque de esquina peinado en el primer palo y que se pasó por la línea de gol sin que nadie la empujada, y con buenas prestaciones a la hora de manejar los tiempos.

Pero esa impresión duró hasta que el Racing se fue haciendo fuerte. El devenir del tiempo provocó que los pupilos de Guillermo Fernández fueran cogiendo las medidas y el dominio de la pelota y los espacios. Porque Cedric hacía daño con huecos por los que correr, mientras que Álvaro Bustos se escapaba de la marca de Tekio. Pablo Torre conectaba más y mejor, por lo que los locales fueron dando un paso atrás, no por voluntad propia. Costaba acercarse sobre Lucas y generar cosas. Cierto que Serantes tampoco tenía mucho trabajo, pero debía estar atento a varias acciones a balón parado.

Bustos y Cedric combinaban para permitir que Soko pudiera marcar a puerta vacía, pero el remate del extremo camerunés no acertó en el remate. Entonces, la UD Logroñés entendió que había que volver a recuperar el mando de las operaciones. Sierra y David Ramos dieron un paso adelante, Guarrotxena quiere estar en todos lados y baja en exceso a recibir para participar (lo cual es bueno y malo a la vez) y eso provocó que Duba tuviera más libertad hasta el punto de que el belga apareció en el área, recortó, levantó la cabeza y asistió para que Guarrotxena, en el segundo palo y libre de marca, anotar su primer gol con la elástica blanquirroja. Un tanto que animó a la grada, que ya lo estaba por poder ver fútbol en directo, y que provocó nervios en la última jugada del primer acto cuando Rueda se cambió la camiseta y no le dejaban entrar para defender una falta pegada al área que lanzó Pablo Torre alto.

El resultado se acusó en la disposición de unos y otros en la segunda mitad. La necesidad apretaba a los cántabros, por lo que asumieron el balón ante una UD Logroñés ordenada, presionante cuando podía y lanzada a montar el contragolpe. Así Duba llegó fundido a Lucas después de una carrera de 50 metros. Normal que su tiro se marchara fuera. Pero no había continuidad en el bloque riojano, el cual apostaba para que no sucediera nada en el partido. Los parones arrecieron y aunque le vinieron bien para dejar pasar el tiempo, el Racing iba a ir metiendo más madera en el terreno de juego.

En este sentido, Soko era el que más peligro transmitía. Lo hizo con un tiro seco que repelió Serantes y con un remate de cabeza desviado tras centro lateral de Medina (abucheado en cada jugada). Menos de un cuarto de hora para el final y Mere aún no había movido sus piezas. Lo haría en la recta final para retirar a Iñaki por Pinillos (y actuar prácticamente con cinco hombres atrás) y con Siddiki por Alfaro. Poco juego, excesiva interrupción, es decir, el otro fútbol a escena, algo no muy habitual en los últimos tiempos en este club. Cedric, en dudosa posición, no acertaba a la media vuelta (era difícil el remate) tras un gran pase de Borja Domínguez.

El Racing buscaba el empate, pero sin acciones de mérito ante un Serantes tranquilo. Con los cántabros volcados, una gran maniobra de Siddiki dejó a Andoni López ante Lucas y el lateral cedió para que Guarrotxena rematara la faena, pero su remate, forzado, se fue al poste. La savia nueva introducida, Parejo y Borja Galán dieron frescura para presionar y obligar al Racing a recular en sus intenciones que en un tiempo añadido infinito no terminaba de creerse que aún podía firmar las tablas. No llegaron porque Serantes volvió a dejar la portería a cero (dos de dos) y porque el tanto de Guarrotxena sirvió para dar el primer triunfo de la UD Logroñés y dar un golpe, aunque sea muy pronto, encima de la mesa de que la intención es clara; regresar al fútbol profesional.