Enoturismo en La Rioja: planes originales en bodegas
*Imagen cedida por La Rioja Turismo
El otoño es sin duda la época más espectacular para disfrutar de los paisajes y los hogares del vino. Si bien las bodegas se encuentran inmersas de lleno en el proceso de elaboración de los caldos, algunas mantienen e incluso potencian sus actividades de enoturismo, abriendo sus puertas para que el público.
Estos son algunos de los planes más especiales que se pueden disfrutar en estos meses otoñales:
Paella entre viñedos
La Finca Vistahermosa, ubicada en un rincón único en el Valle de Ocón, cuenta con la mayor reserva de garnachas viejas de toda La Rioja. Las visitas a este entorno tienen también un caracter muy especial ya que se hacen en un carro tirado por tractor o en un pick up. El recorrido pasa por los viñedos con sus diferentes parcelas y variedades.
La visita continúa en la bodega donde se puede conocer el proceso de elaboración artesanal de sus vinos, y concluye en el propio viñedo, en medio de un paraje único en el que se pueden catar los vinos y disfrutar de una paella hecha al momento y acompañada de otros productos naturales del valle.
La experiencia, de entre tres y cuatro horas de duración, tiene un precio de 30 euros e incluye la visita, la cata de vinos y una comida con huevos fritos de las gallinas libres del valle, patatas fritas de la huerta, paella recién hecha, postre y café.
Almuerzo en una bodega-cueva típica de La Rioja
Seguimos en La Rioja Baja, ahora en el entrono de la Sierra de Yerga. Alma de Arizcuren Viñedos de Yerga comienza su visita disfrutando de la vista panorámica que ofrece el Castillo de Quel y continúa después ascendiendo hasta el viñedo de El Foro, a 600 metros de altitud. Tras aprender algunos conceptos básicos sobre las características del suelo, el clima, las técnicas de cultivo o los tipos de uva, se pasa a degustar un vino y un pequeño aperitivo frente a la viña.
La visita continúa por un viñedo centenario con impresionantes vistas al valle y llega después al calado de Arizcuren en el barrio de bodegas de Quel donde se disfruta de un almuerzo tradicional riojano con productos de proximidad: aceite de oliva de elaboración propia y selección de quesos y embutidos locales.
La visita tiene un precio de 70 euros y una duración de cinco horas. Incluye la visita cultural y enológica, la cata de vinos y el almuerzo.
Vincana en familia
La siguiente es una propuesta para toda la familia, la Vincana David Moreno. Una auténtica aventura llena de enigmas en torno al mundo del vino. El juego consiste en ir siguiendo una serie de pistas y resolviendo enigmas. No hace falta ser experto en vino sino participar y trabajar en equipo con habilidad e ingenio.
La bodega intenta además personalizar y adaptar las pruebas y recorridos a las características del grupo. La experiencia ofrece además la posibilidad de concluir con una comida en el Restaurante del Calado.
La Vincana tiene un precio de 20 euros e incluye, además del juego, un almuerzo en Guardaviñas de David, una visita a la bodega y para los niños y niñas, el mismo aperitivo servido con mosto.
Cesta de picnic en la viña
Sin salir de David Moreno, podemos disfrutar de otro excelente plan de otoño. Elige el viñedo, el jardín o el porche y extiende tu manta para almorzar. Una experiencia tan sencilla como especial para disfrutar de los colores del otoño entre viñedos. Una comida ligera al aire libre con una cesta que incluye manta, mantel, menaje, productos frescos, embutido, conservas, agua y vino). Un plan diferente en un entrono único.
Las cestas tienen un precio de 30 euros para dos personas y 55 euros para cuatro personas. Existen también cestas vegetarianas y se puede alertar de cualquier intolerancia o alergia para su adaptación.
Cata maridada con chocolate, aceite e historia
Las Bodegas Marqués de Reinosa organizan unas curiosas visitas en las que, además de visitar su viñedo centenario en el Monte Yerga y beber vino en porrón, se recorre también la bodega conociendo no sólo su historia sino también la del propio Marqués. La experiencia finaliza con una degustación de chocolates artesanales, aceite de oliva virgen extra y otros productos típicos de la zona, maridado siempre con los vinos de la Colección Privada del Marqués de Reinosa.
La experiencia tiene un precio de 20 euros y se puede disfrutar a lo largo de todo el año.
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