Confinada lejos de casa: “Mi abuelo es el que está más triste, es la segunda Navidad sin estar juntos”

Confinada lejos de casa: "Mi abuelo es el que está más triste, es la segunda Navidad sin estar juntos"

Rioja2

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Cristina es una de tantas personas a las que el coronavirus le ha impedido encontrarse con su familia esta Navidad. Dos pruebas positivas han impedido que pueda viajar desde Madrid, donde vive esta riojana mientras hace el Doctorado en varios institutos del CSIC.

Varios casos en la residencia de estudiantes no le preocuparon demasiado porque estaban bien aislados pero el positivo de una compañera con la que había estado pocos minutos unos días después empezó a ponerla en alarma.

Después, llegaron los primeros síntomas: dolor de todo el cuerpo y cansancio. Un test de antígeno en la residencia y otro por la tarde en el centro de Salud confirmaron la peor noticia: había dado positivo en coronavirus a tres días de Nochebuena.

Cristina preveía entonces que su Navidad iba a ser entre las cuatro paredes de su residencia: “empecé a hacer videollamadas con otros compañeros confinados, compré un puzzle por internet y quedé con mi madre en hacer tres videollamadas cada día”.

“Yo tenía muy asumido que me tenía que hacerme prueba y que si era positivo no iba”. El puente de diciembre es la última vez que vino a Logroño y estuvo con sus padres, “pero mi hermana vive en el extranjero y no la veo desde verano, espero poder estar en Nochevieja y disfrutar con ella algunos días”.

Pero el mayor disgustó se lo llevó su abuelo.Tiene 86 años y se puso muy triste, es la segunda vez que no paso con ellos la Navidad, el año pasado no fuimos a su casa de Bilbao por precaución y este tampoco podrá ser”, lamenta Cristina.

Sin embargo, el positivo de su novio poco después hizo que pudieran pasar este confinamiento juntos. “Poder estar con él ha sido un alivio, hemos hecho la compra por internet para que no falte el jamón, las almejas y el solomillo y pasaremos la noche cocinando, haciendo puzzles y viendo películas”, cuentan al teléfono mientras se cuela alguna tos.

La fiebre impidió que esta pareja pudiera celebrar la Nochebuena como habían planeado. Después de algún Paracetamol, disfrutan del día de Navidad más atípico que les ha tocado vivir, marcado por un virus que ya ha sido el protagonista de demasiados recuerdos.

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