Parada obligada en el Echaurren para celebrar el Día de la Croqueta

Parada obligada en el Echaurren para celebrar el Día de la Croqueta

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Este domingo se celebra el Día Internacional de La Croqueta, una fecha en la que se rinde homenaje a un bocado icónico de la cocina española, que figura en casi todas las cartas de bares y restaurantes en España y que se reinventa año tras año. Aquí te ofrecemos una ruta gastronómica para degustar y disfrutar de él y que tiene “una parada obligada” en el Relais & Châteaux Hotel Echaurren.

Una ruta que puede empezar con vista a la Puerta de Alcalá en el 'wine bar' Berria (Plaza de la Independencia, 6), donde nada mejor que maridar algunos de sus cuidados vinos con sus croquetas de jamón ibérico, un plan perfecto para tapear a cualquier hora.

Para los gustos más clásicos, en Hevia (c/ Serrano, 118) nunca se falla y la fiel tradición del local madrileño apuesta para esta jornada por su croqueta de jamón ibérico.

También se decantan por unas croquetas melosas de jamón en Prístino (c/Eduardo Dato, 8), donde conjugan la tradición madrileña con técnicas de cocina moderna.

Por su parte en Don Dimas (c/Castelló, 1) ofrecen para este día sus croquetas melosas de guiso de chocos en su tinta, mientras que en Lagasca 19 (c/Lagasca, 19) sugieren degustar su croqueta de boletus con velo de panceta.

En Zielou, ubicado en el ático de la estación de Chamartín, el chef Kiko Solís apuesta por renovar y redescubrir las croquetas caseras. Así, elabora unos bocados con una cremosa emulsión de leche fresca, donde el ingrediente protagonista es la cecina crocante, que le confiere un gusto diferente con una cobertura perfecta del exterior, acompañado de un crujiente de parmesano.

La ruta de croquetas puede llevar también a Casa Mories (Plaza de San Miguel, 5), en pleno centro turístico de la capital, donde saborear sus cremosas croquetas de cecina o de carabinero, que se pueden disfrutar tanto en su carta de barra como en la del restaurante.

Y muy cerca, casi en la Plaza Mayor, se encuentra La Más Croqueta (c/Toledo, 23), la croquetería-ultramarinos gourmet donde poder degustar algunas de sus 15 variedades diferentes de croquetas frescas, hechas a mano y cuyos sabores se actualizan cada temporada. Así, los apasionados de estos bocados podrán elegir desde las clásicas de jamón ibérico a otras de sabores tradicionales como el bacalao al pil pil o lacón a la gallega a innovaciones como las pollo oriental, la de mozzarela y aceitunas o la mexicana, con queso cheddar y jalapeños. Sin olvidar sus propuestas dulces como la de arroz con leche.

Para los que buscan sabores más atrevido, Arallo (c/ de la Reina, 31) sugiere celebrar este día con su croqueta nigiri, elaborada a base de salsa verde y corvina curada, o su dúo de croquetas de mejillones, compuesto por mejillones con queso azul savel y otra de mejillón tigre con chorizo picante.

En El Jefe (c/Alonso Cano, 103), uno de los templo de la carne en el madrileño barrio de Chamberí, ofrecen diferentes variedades para disfrutar de este pequeño bocado que cuenta con una bechamel muy lenta controlando muy bien la temperatura para obtener una mejor cremosidad, mientras que apuestan por un panko especial para lograr una crujiente capa exterior. Así, el comensal podrá decantarse por las de jamón ibérico o las de mejillón, para la que elaboran un sofrito de pimiento rojo, zanahoria y puerro, salsa de tomate casera, salsa de pimiento choricero, guindilla, sal, pimienta y picada de mejillones.

Por su parte en La Cantina A'Ollo (c/Mesoneros Romanos, 13), fiel a su cocina gallega, la baza es su croqueta cremosa de cigala, que destaca por su equilibrado sabor, ya que la cigala se encuentra presente tanto en la propia bechamel, a la que se le añade un caldo hecho con este producto, como en la cremosa de las croquetas, con cigala picada.

Mientras, en cualquiera de las diferentes sedes de Makkila se decantan por una fusión cañí con dos versiones la croqueta de pollo asado y la de salsa Sriracha. Además, sorprenderán el mismo domingo con una versión basada en la carbonara con guanciale, yema de huevo, pimienta, pero con queso Idiazábal.

Por su parte, en La Nobia (c/Salitre, 45), el segundo proyecto de Juan Manuel Ortega, propietario de Juan Raro, sorprenden al comensal con sus croquetas 'veggies' de coco y boniato.

También Nomo Braganza (c/Bárbara de Braganza, 8), en pleno corazón del barrio de Salesas, propone disfrutar de este plato y de su cocina nipona con el mejor producto local de temporada con su Sukiyaki Croquette, una croqueta japonesa de rabo de toro rebozada en panko muy especial.

Y para los paladares más viajeros, en Premiata Forneria Ballaró (c/Santa Engracia, 90) apuestan por sus arancini di ragu, croquetas de arroz de la tradición siciliana rellena de boloñesa de ternera y cerdo, mozzarella fiordilatte y guisantes.

También con sabor italiano llegan las croquetas de Bel Mondo (c/Velázquez, 39) y Villa Capri (c/Hortaleza, 118) con sus croquetas 'Alla Italiana', que están rellenas de bechamel de trufa con jamón y un toque de trufa fresca de Molise.

Mientras que en la Parrilla de Arganda (Avenida de Madrid, 47 Arganda del Rey) ofrecen al comensal para celebrar esta jornada gastronómica sus croquetas cremosas de carabineros, elaboradas con la mejor materia prima para saborear estos cremosos bocados.

Fuera de la capital, parada obligada en Ezcaray (La Rioja) es el Relais & Châteaux Hotel Echaurren (c/Padre José García, 19), para disfrutar de las icónicas croquetas de jamón suaves y cremosas de Marisa Sánchez, madre del chef Francis Paniego.

Por su parte, en Bar Manero, tanto en su sede en Alicante (c/Médico Manero Mollá, 7) como en la de Madrid (c/Claudio Cuello, 3), ofrecen al comensal dos tipos de croquetas, la de jamón ibérico, elaborada con el jamón ibérico puro de bellota Maldonado que se sirve al corte de cuchillo y que en su cocción se incorpora a la leche fresca de vaca el hueso del jamón para potenciar aún más el sabor; y la de rabo de toro, a base de una receta tradicional, guisado con mucha verdura y vino tinto, se deshuesa y, junto con la carne, su jugo reducido y las verduras pasadas se elabora la masa con leche fresca de vaca e igualmente con poca carga de harina, para que sean melosas.

Mientras en Málaga, la parada es Balausta (c/Granada, 61), donde el chef José Carlos García, único estrella Michelin en la ciudad junto con Marcos Granados como jefe de cocina, ofrecen sus croquetas de centollo y sus croquetas de jamón ibérico de bellota y castaña, elaboradas con jamón ibérico 'Dehesa de los Monteros'.

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