El chupinazo acerca la normalidad a Calahorra a pesar de la lluvia

Calahorra ha sido la primer municipio riojano en celebrar unas fiestas más cercanas a la normalidad de antes de la pandemia. Las fiestas de San Emeterio y San Celedonio comenzaron este miércoles con la colocación del pañuelo a Quintiliano y después, a las 20.00 horas, con el chupinazo.

La lluvia fue la invitada inoportuna pero no consiguió apaciguar el ambiente festivo que esperaba el lanzamiento del chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento. Las calles se llenaron de gente dispuesta a disfrutar de estos día de fiestas.

Calahorra tiene fiestas hasta el próximo 5 de marzo. Les esperan días por delante en los que las actividades al aire libre serán las protagonistas. La procesión de Mártires centrará el día grande, pero también habrá mucha música, encierros, degustaciones y marionetas para niños y niñas.