“Un gran acuerdo con más ayudas” para proteger a los sectores vulnerables de la crisis

"Un gran acuerdo con más ayudas" para proteger a los sectores vulnerables de la crisis

Rioja2

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Ante un periodo de gran incertidumbre como el que vivimos con la actual guerra de Ucrania y que está generando una crisis de precios que “no sabemos cuánto tiempo podrá durar”, el experto de UNIR, José Manuel Sala, ha abogado por “un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas que realmente reme en la misma dirección para ayudar a los sectores más vulnerables y que mejore los paquetes de ayudas existentes”.

En las últimas semanas, y ante la sobreinformación a la que estamos expuestos, muchas han sido las preguntas que han surgido sobre el futuro económico más cercano de ciertos productos que forman parte de nuestro día a día. La luz y el combustible son dos de los productos que más han subido -que amenazan con continuar su escalada- y que afectan, sin duda, al devenir diario de empresas, autónomos, transportistas... y, en definitiva, de muchas familias españolas.

Como ha explicado el profesor del máster en Derecho de la Energía y Transición Energética de UNIR a Europa Press, ante este escenario “debemos tener claro que esta situación no se va a resolver de la noche a la mañana y, por eso, son fundamentales grandes acuerdos como los que se hicieron otras veces como, por ejemplo, con los famosos Pactos de la Moncloa que se lograron en la época de la Transición cuando contábamos con una inflación de más del 20 por ciento” para intentar ayudar a ciertos sectores que “ya están sufriendo”.

A pesar de que la situación “se está haciendo más evidente y patente ahora”, el experto de UNIR reconoce que “España ya llevaba arrastrando estas subidas de precios desde hace más de un año, cuando estábamos inmersos en el coronavirus”.

Así, explica, “todo empezaba a subir con la pandemia, con el descenso de la actividad económica, la crisis climática, las temperaturas tan bajas que hemos vivido... todo ello influía ya en el mercado y lo ha hecho durante meses como, por ejemplo, con el proyecto de gasoducto entre Rusia y Alemania 'Nord Stream 2' que ya estaba paralizado desde antes de la invasión a Ucrania, pero lo cierto es que ahora, al estallar la guerra, esta situación se ha multiplicado”.

Por tanto, insiste, “no es un problema exclusivo de ahora, ya lo íbamos notando, el precio del gas se ha triplicado en un año y la electricidad, ya lo estamos viendo. El combustible está empezando a dispararse y hay que tomar medidas urgentes porque muchos sectores y empresas pueden verse muy perjudicados económicamente”.

Con respecto al posible veto a la producción rusa de gas y petróleo, el docente de UNIR ha explicado que España “seguramente no notaría tanto ese impacto” porque, según las cifras, “solos nos dotamos del 10 por ciento de ellas pero sí que es cierto que otros países como, por ejemplo, Alemania que se dota del 40 por ciento lo podría notar muchísimo más”.

“España no sería de los países más afectados pero lo que sí que tenemos que tener en cuenta es que esta situación va más allá de dónde nos llega el gas o el petróleo sino que lo que debemos tener en cuenta es que los precios van a seguir subiendo”, señala.

Aún así, ha indicado, “creo que la UE no tomará la decisión de vetar el suministro del gas y petróleo como ha hecho Estados Unidos porque en Europa hay países enormemente dependientes de Rusia pero sí que nos afectará a todos la subida de los precios”.

Además, y con respecto a la posibilidad de alternar con energías renovables, el profesor de UNIR reconoce que es “muy bueno” que estén y, evidentemente “hay que promoverlas y apostar por ellas porque se necesitan”.

Pero, como ha querido matizar, “hay que recordar que estas energías renovables no funcionan siempre por sí solas -depende mucho según las horas, el viento, el sol...- y ante ello hay que contar con unas energías de respaldo que, evidentemente, incide en los precios”.

Aún así y para intentar “rebajar” esos precios, el experto señala que se pueden agilizar más instalaciones de renovables, que se otorguen permisos más rápidos, que se den más ayudas... pero “es algo a muy largo plazo y muy lento”.

“Impredecible”

El experto de UNIR reconoce que, ante la situación actual, “es impredecible saber cuándo va a acabar estas subidas de precios. En la guerra siempre es sabido que cuando empieza todos dicen que va a ser corta, de hecho la I Guerra Mundial iba a durar meses y luego fueron cinco años. Nadie lo sabe, y ante ello, es fundamental tomar medidas para proteger a los más débiles o los que sufran más con esta situación”.

Primero, ha indicado es “fundamental la acción humanitaria, está claro” pero no hay que dejar de ver “qué sectores son los que resultan más afectados por estas subidas de precios de combustibles, por ejemplo, ahora están preocupados los transportistas, los conductores, taxistas... se les debe echar una mano o irán a la quiebra. Hay que ir teniéndolo en cuenta para evitar parches posteriores”.

Como reconoce, “una familia ya sabe qué puede hacer para intentar ahorrar un poco en el precio de la luz o el gas, que se consuma menos, ser más eficiente, gastar menos, no derrochar... la teoría la sabemos todos pero hay que ir más allá y ayudar también a los sectores que más están sufriendo”.

Además, ha recordado, “es bueno saber que dentro de ciertos umbrales de renta también se tiene derecho a un bono social de la electricidad para tener una tarifa reducida... se están tomando medidas, normas y decretos leyes... pero ante esta situación de emergencia hay que hacer más. Hay muchas empresas que son pequeñas, son familiares, y tienen, por ejemplo, un camión y no pueden seguir adelante, hay que ayudarles”.

“Lo peor todavía no ha llegado porque aunque la guerra acabe, que ojalá sea pronto, en estos procesos económicos es necesario un periodo de recuperación para volver a la normalidad y, por lo tanto, no podemos mirar hacia otro lado. Hay que trabajar por ayudarnos entre todos”, ha finalizado.

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