“La pornografía es una celebración de la violencia sexual contra las mujeres y se ha normalizado”

"La pornografía es una celebración de la violencia sexual contra las mujeres y se ha normalizado"

Rioja2

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La pornografía es la puerta de entrada a la sexualidad de la mayoría de los jóvenes. Solo hay que hacer una búsqueda sencilla en internet para encontrar cientos de vídeos porno en abierto. Tan sencillo que los niños empiezan a consumirlos con 8 años.

Rosa Cobo es profesora de Sociología del Género en la Universidad de A Coruña y directora del Centro de Estudios de Género y Feministas de la misma universidad. Este viernes presentó su libro “Pornografía. El placer del poder” en el Laboratorio Feminista de Logroño.

En el analiza los efectos que tiene la pornografía para construir la soberanía masculina en la sexualidad. “A los hombres que consumen pornografía lo que les excita es la violencia contra las mujeres”, tanto que tratan de replicarlo con sus parejas o con mujeres prostituidas, y es que Cobo también ha estudiado como porno y prostitución “son dos caras de la misma moneda”.

¿Qué mensaje nos traslada la pornografía a hombres y a mujeres?

La pornografía es un fenómeno social que tiene un carácter global, al alcance de todo el mundo que tenga un móvil o un ordenador. El 90% de nuestros adolescentes consumen pornografía. Es enormemente poderoso y significativo. Manda muchísimos mensajes, pero voy a escoger dos: la pornografía es una celebración de la violencia sexual contra las mujeres, se erotiza la violencia contra la mujeres y, por otro lado, la pornografía no tiene que ver con el placer si no con el poder.

Supongo que esta idea del poder se la da a los hombres. ¿Y a las mujeres, qué les dice el porno?

La pornografía les envía el mensaje de que la sexualidad no se negocia entre las dos partes, sino que la imponen los varones. En la pornografía hay una contundente y rotunda afirmación de la soberanía masculina en las relaciones que establecen con las mujeres.

¿Qué efectos tiene estos mensajes en la sociedad?

Se han detectado muchos, sobre todo entre la población adolescente, que son indudablemente los que consumen más pornografía. Por parte de las chicas, hay un evidente malestar. La pornografía crea una reformulación de las relaciones entre chicos y chicas, de forma que las chicas se ven en la obligación de aceptar prácticas que no les resultan gratificantes ni placenteras. Del porno se desprende la idea de que los deseos de las mujeres no cuentan.

“La pornografía no puede estar en abierto y debe entrar en la agenda política”

El porno es el primer contacto de los jóvenes con el sexo. ¿Qué estamos haciendo mal?

La pornografía no puede estar en abierto, es fundamental. La segunda cosa que hay que hacer es que sobre todo Primaria y Secundaria tienen que articularse alrededor de una propuesta coeducativa. La igualdad se tiene que convertir en el eje de esos valores que de forma silenciosa e invisible recibe la juventud. En ese contexto es fundamental que los niños y las niñas reciban formación sobre cómo los chicos no pueden imponer sus deseos a las chicas. La educación afectivo-sexual se tiene que convertir en un elemento clave de la educación.

¿No ponerlo en abierto como paso previo a prohibirlo?

Sí. La pornografía no beneficia a nadie. A las mujeres porque las cosifica y las conviertes en mercancía, tampoco a nuestra infancia y adolescencia porque crea una cultura emocional de celebración de la violencia sexual contra las mujeres.

La facilidad de acceso es alarmante.

Se comienza a consumir pornografía a los 8 años y dos tercios de la población que la consume es masculina. Para acceder a la pornografía solo se necesita un móvil o ordenador y lo único que tienen que hacer es buscar videos pornográficos y les salen muchísimos que son gratuitos. Así, la pornografía está alimentando el imaginario de la sexualidad de nuestra sociedad.

La globalización de la pornografía es un fenómeno muy reciente. Lo explica muy bien Lluis Ballester, cuando aparecen los teléfonos inteligentes en 2008 la pornografía da un paso para delante y alcanza su completa globalización.

“Con 14, 15 y 16 años la tasa de consumo de porno está alrededor del 90%”

El consumo de pornografía no se oculta, está muy normalizado e incluso aceptado. ¿Qué debemos hacer?

Estamos en un proceso de normalización de la pornografía, de que está bien y de que en ella no se ejecuta ningún acto violento contra las mujeres por parte del pornófilo. Esta idea contribuye a naturalizarlo. Así como la prostitución se ha colocado en la agenda política de los partidos de izquierda, una de las primeras cosas que debemos hacer es colocar también la pornografía y comprender los efectos tan dañinos que tiene sobre la formación de la cultura sentimental y emocional de las próximas generaciones.

Cuando logremos colocar la pornografía en la agenda política, será más fácil que no esté en abierto. Si es gratuita, todo el mundo la puede ver, las tasas de consumo son altísimas. Con 14, 15 y 16 años la tasa de consumo está alrededor del 90%, lo que significa que la primera vez que nuestros jóvenes han tenido una experiencia sexual gratificante ha sido a través de la pornografía, es decir, a través de la violencia contra las mujeres.

Los jóvenes van a tratar de replicar esa práctica que tanto les excitó con sus parejas. El mensaje de la pornografía es de una objetualización de las mujeres radical y eso es lo que a ellos les excita y que a las chicas les produce un profundo malestar.

¿Cuál es la relación entre el porno y la prostitución?

Es una relación muy estrecha por muchos motivos. El primero es que la prostitución y la pornografía forman parte de la misma industria, son dos caras de la misma moneda, las mujeres que están en prostitución transitan entre la la prostitución y la pornografía en función de las necesidades del mercado.

En segundo lugar, la páginas de videos porno se han convertido en uno de los canales de acceso a la prostitución. La pornografía que produce excitación a tantos hombres les conduce de manera directa a la prostitución y ellos tratan de hacer con las mujeres prostituidas lo que les ha excitado al consumir porno.

“El posporno no funciona porque a los hombres que consumen pornografía lo que les excita es la violencia contra las mujeres”

¿Todo el porno es explotación? ¿Qué opina de todas estas corrientes que surgen, como el llamado porno feminista?

Yo no creo que haya un porno feminista, pero sí intentos de hacer un modelo de pornografía orientado también a mujeres porque somos la tercera parte del consumo de pornografía porque a la industria le interesa. Pero está teniendo tan poco éxito que ni siquiera está en abierto que el porno para mujeres apenas se puede ver.

El esquema fundamental sobre el que se construye es el mismo, con menos violencia, por supuesto. No lo consumen porque no les excita porque a los varones que consumen pornografia lo que les excita es la violencia contra las mujeres, cuando deja de ser explícita deja de ser fuente de excitación.

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