Toros y fiesta en el Arnedo Arena

Se celebró la corrida de toros en Arnedo con toros de la ganadería de “Jandilla”. Gran toro el segundo, tercero y cuarto buenos, el resto se dejó y flojo el que rompió plaza, con una entrada que rozó el lleno de no hay billetes en las gradas, cortaron dos orejas por coleta, saliendo por la puerta grande los toreros.

Morante de la Puebla en su primero lanceó a la verónica arrancando los oles del respetable, con la muleta, ayudado por alto se lo sacó a los medios rematando con un molinete, el de La Puebla dio los mejores pasajes por el izquierdo, con los aceros colocó una entera, saludó desde el tercio tras la petición de oreja.

En el cuarto de la tarde salió Morante a por todas con su arte y duende, un gran saludo capotero con largas cambiadas de rodillas, chicuelinas rematadas con una gran media, la plaza boca abajo, se fue a por rehiletes haciendo enloquecer al respetable, con la flámula siguió bajando la mano con arte y empaque, con la plasticidad y su temple le sacó lo mejor del burel, tras el manejo del acero cortó dos orejas, y puerta grande.

Diego Urdiales comenzó con el segundo de la tarde sacando ovaciones y olés de la andanada con sus verónicas de recibo, la faena fue firme y llevó bien toreado por ambos pitones a un toro que no había que dudarle, naturales ligados y templados con mano baja, por el derecho le sacó buenas tandas con mano firme y pies asentados en el albero, de buena estocada cortó dos orejas, puerta grande.

En el quinto de la tarde toreó a la verónica volviendo a llamar la atención del respetable. “El Víctor” y Alberto Carretero se desmonteraron con los palos y Diego intentó sacar la faena del astado por ambos pitones, pero no llegó al graderío el esfuerzo del riojano, pinchó, estocada y un aviso, saludo desde el tercio.

Juan Ortega, en el tercero de la tarde demostró su soltura con el capote, la faena tuvo buenas tandas y toreó con su pinturería, en pases sueltos templó y mando, pero le faltó más mando en muchos pasajes, de otra buena estocada lo pasaportó. Dos orejas y puerta grande.

En el que cerró la tarde, jugó bien los brazos con la capa, tras el brindis al público sacó unos naturales templaditos, de media estocada y varios descabellos lo despachó tras un aviso, silencio.