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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Puerta grande para Jorge y Fabio en Alfaro

Puerta grande para Jorge y Fabio en Alfaro

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Este sábado se ha celebrado una novillada picada en Alfaro, con motivo de las fiestas, donde el novillero de este municipio debutaba con picadores. El cartel con reses de la ganadería “La Palmosilla” una novillada bien presentada pero con falta de casta y floja, para los novilleros Jorge Molina que cortó una en cada uno de sus astados, Álvaro Alarcón palmitas y silencio, y el debutante Fabio Jiménez dos orejas y una oreja en el que cerraba la tarde.

Jorge Molina en el que abría plaza un ejemplar con trapío, no llegó acoplarse con la capa, tras el brindis al respetable, se lo trajo por la espalda a los medios del redondel, lo toreó en redondo por ambos pitones, pero no tenía suficiente acometida y acabó la faena entre las astas de la res, dejó una casi entera y efectiva y cortó la primera de la tarde. En el cuarto de la tarde un burraco de bonita estampa, le recetó un buen saludo capotero sacándose a los medios, este se empleó en varas, le realizó un faena firme por ambos pitones, templó bien y con mano firme mando, volvió a meterse en la cara del novillo, donde parece que se encuentra cómodo, tras el manejo de los aceros cortó una oreja, puerta grande.

Álvaro Alarcón, en el segundo de la tarde jugó bien los brazos con el capote, con la muleta se le rajó y fue detrás sacando alguna tanda pero acompañando la embestida, pinturero. En el quinto de la tarde jugó bien los brazos en su saludo capotero, pero no tomó la suficiente consistencia la faena para que llegara a la andanada, falló con los aceros, silencio.

Fabio Jiménez, que debutaba con picadores y además en su casa, salió en el tercero con la capa que fue de menos a más para rematar con una suave media, con la muleta corrió la mano firme por la derecha y templó y mandó por la izquierda terminando con unas manoletinas que se metió al graderío en el esportón. Con los aceros estuvo acertado y cortó dos orejas. En el que cerró plaza volvió a templar al natural, ya que era el pitón más potable, aunque por el derecho estuvo muy firme, de otra buena estocada cortó una oreja, puerta grande.

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