Las 'guerreras' de Madre de Dios y San José protagonizan una exposición

La exposición ‘El camino de las guerreras’, de Carlos Sáez mostrará hasta el 30 de mayo en los pasillos de La Gota de Leche los rostros y las reivindicaciones de varias jóvenes racializadas que acuden a la Escuela de Tendencias Urbanas de los Barrios de Madre de Dios y San José de Logroño.

“El día que fuimos a hacernos las fotos me di cuenta de que podemos hacer más de lo que nos proponemos”, agradece una de las jóvenes protagonistas.

El objetivo de la exposición, como cuentan al unísono varias amigas es que son guerreras,“que a pesar de las cosas que se nos atraviesen podemos con todo, que podemos seguir adelante” y que, “somos las chicas más valientes del barrio”.

“Me contactaron ellas a mí, me dijeron el camino que querían llevar:tratar el empoderamiento en estas niñas que son de otra cultura, quieren crecer, desarrollarse y emprender y decidimos sacar ese camino y lo guerreras y luchadoras que son”, explica Sáez sobre el proceso creativo. “Me basé en retrato en blanco y negro, captar sus miradas y expresiones en cuanto al sentimiento de que son unas guerreras”.

Desde la Escuela De Tendencias Urbanas al que acuden estas chicas, agradecen el trabajo de Sáez y reflexionan cómo estas iniciativas ayudan a empoderarse y “tener su propio espacio, en el que ser protagonistas”, como explica el educador social del local Alfonso San Román. “La ocupación del espacio siempre es más de chicos, hace cinco años aquí venía alguna chica que era novia o hermana de alguno, se vio un proceso en el que se pasó de no haber chicas a que empezaran a venir, equilibrar, que hubiera una disputa en el espacio con los chicos, luego ya la normalización y que convivan en él, la exposición mola porque es un punto en el que ellas son las protagonistas de lo que se hace aquí, tiene mucho valor eso, que no sean los chicos, que sea algo para ellas”, reflexiona. De hecho recuerdan todas cómo ‘pelearon’ para que el local organizara un equipo de fútbol femenino al que poder pertenecer.

Así, esta muestra, compuesta por treinta imágenes, es el culmen de un proceso de trabajo y conversaciones “con chicas del barrio que son de Logroño y racializadas”, para reivindicar y dar visibilidad a unas menores “que también son vecinas, niñas igual que las blancas, con muchas capacidades y con sus propias características, que son únicas en cada persona”, valora Laura Serrano de Logroño Intercultural. “No se las ve como gente corriente, se las ve divas, poderosas”, añade Beatriz Lacasa, también trabajadora en Logroño intercultural.

Perteneciente a la organización de servicios sociales Enzigzag, en esta Escuela de Tendecias Urbanas atienden a más de doscientos jóvenes, a través de la programación de actividades que van variando desde ginkanas hasta batallas de gallos pasando por apoyo a las tareas escolares o actividades en la protectora de animales, escuchando las demandas de las usuarias y usuarios y fomentando la autonomía. Al centro, “suelen venir jóvenes desde los 8 años a los 18”, como explica San Román, “luego ya, basándonos en la relación que tenemos con ellos, se amplía”. Unas dinámicas que ayudan además a que los más pequeños y pequeñas encuentren referentes en sus mayores, como añade Lucía Fontecha, educadora del proyecto municipal de intervención con menores de Madre de Dios y San José.

“Es como tener una segunda familia con la que hablar”, pone en valor otra de las ‘guerreras’ fotografiadas. “Aquí, con ellas, una comparte mucho, se siente más libre”, añade otra.

En el local, estas jóvenes piden “hacer las cosas más equitativamente” con respecto a los chicos, como salidas fuera de Logroño.

Orgullo de barrio

Una de las acciones más destacadas que se llevó a cabo desde esta escuela fue la rehabilitación del mural ‘Orgullo de barrio’, próximo a la biblioteca Rafael Azcona. En él, trabajaron alrededor de 180 jóvenes de la zona, que se encargaron, además, de vigilar que la pared permaneciera sin pintadas durante las dos semanas previas. “Cada silueta pertenece a uno de estos chavales”, pone en valor San Román, señalando, además que, cuando uno de estos jóvenes se ha marchado fuera del país, sus amigos han sido los que de memoria han querido dibujar su silueta para que quede constancia en el muro.

“Si los tratamos con una actitud paternalista, no avanzan”, explica Jesús García, gerente de Enzigzag, “intentamos dotar de herramientas, pero promovemos muchos procesos, que no tienen que ver con un aprendizaje final, sino con una evolución personal, la motivación es lo primordial”.

Así, este educador social ve cómo la fotografía de los barrios de Madre de Dios y San José ha ido variando, teniendo la juventud una mayor apertura a conocer nuevas culturas. Además, enfatiza, la diferencia entre multiculturalidad e interculturalidad, refiriéndose esta última no solo a la mera existencia de varios modos de vida, sino a la igualdad entre estas, el reconocimiento de la diversidad y la interacción.

Foto: Logroño Intercultural