Los agricultores riojanos se enfrentan a los incendios: “estoy convencido que fueron provocados”

El fuego ha asolado esta semana los campos de cereal de La Rioja Alta. El martes, tres incendios simultáneos y otro el miércoles que obligó a evacuar a vecinos de Ciriñuela. De frente al fuego, los agricultores, que no dudaron en colaborar en las tareas de extinción.

El fuego de Santo Domingo de la Calzado comenzó cerca una vía verde y se propagó casi hasta Gallinero de Rioja, el pueblo de Joserra. “Vi el humo desde el campo y me di cuenta que se estaba acercando a mi pueblo, se propagó en una media hora”, recuerda este agricultor.

No se lo pensó, y como decenas de agricultores, cogieron su tractor y acudieron hasta allí para realizar cortafuegos para tratar de avanzar el avance de las llamas. “Fue increíble, me siento muy orgulloso de los agricultores, sin estar nada organizado conseguimos parar el incendio”.

Según cuenta este agricultor de Gallinero, “cada uno colaboró como pudo, algunos con tractores, otros con paletas cortafuegos, con sopladores para cambiar la dirección del viento o dos equipos con cisternas de agua”. Un equipo improvisado que hizo frente al fuego y que se convirtió en un aliado de los bomberos, que actuaron con todos sus medios para apagar los focos.

Reconoce que a escasos metros de estos incendios se viven muchos momentos de tensión: “ves como se quema tu campo su cosechar, vives el temor por que el fuego entre a tu pueblo, pero los agricultores dan el callo”.

Solo un día después, la misma estampa. El humo se empezaba a ver en Cirueña y Ciriñuela y Joserra enseguida se acercó hasta allí para colaborar de nuevo en la extinción. Este agricultor destaca el trabajo de la Guardia Civil para evacuar a los vecinos de Ciriñuela.

Defiende que ninguno de los fuegos se produjo por máquinas agrícolas y sobre la sospecha de que al menos el martes fueran provocados, Joserrea lo tiene claro: “estoy convencido, no es normal que comiencen tres focos en menos de 20 minutos”

“Nos estamos destruyendo. Pido que sean sensatos, que sean conscientes del daño que hacen. ¿Qué sacan con eso? ¿Satisfacción? Pues que vayan al médico”, concluye tajante este agricultor.