El placer del absurdo y la delicadeza protagonizan la tercera jornada del cine de Actual

Entre las joyas que se proyectan estos días en el festival nacional más madrugador del año, también hay lugar para propuestas gamberras, perfectas para bajar el nivel de intensidad dramático de algunos de los títulos programados en esta edición.

Fumar provoca tos del cineasta galo Quentin Dupieux puede ser un ejemplo de ello. El director de la impagable Rubber, la historia de un neumático que sembraba el terror en un recóndito pueblo de la américa profunda, o la más reciente Mandíbulas, que contaba como protagonista a una mosca gigantesca, vuelve a la carga con el surrealismo más salvaje a partir de una fábula, que sigue las andanzas de una patrulla de superhéroes de lo más bizarro.

Villanos de cartón piedra, desmembramientos y sangre por doquier al más puro estilo serie z, actores y actrices del Star System francés son algunas de las características que nos permiten reconocer, al instante, el cine de un cineasta inclasificable y celebrado a partes iguales.

Por la tarde, el público de Actual, ha caído rendido ante la extrema delicadeza y el preciosismo de la cinta irlandesa The quiet girl. Una historia pequeña que cobra una dimensión grandiosa ante el buen hacer de un cineasta novel llamado Colm Bairéad.

Situados en la Irlanda rural de principios de los ochenta, nos posamos en la mirada de Cáit, una abnegada niña de 9 años, víctima de la desatención y el desamparo, que malvive a duras penas, en un entorno familiar y escolar donde la sensibilidad no es una opción.

Una cinta que hace saltar los resortes de la emoción más primigenia y humana, que maneja a la perfección los engranajes de la sensibilidad más sutil, trasladados a un lenguaje audiovisual rico y evocador. Sin duda, esta The quiet girl ha quedado instalada por siempre en el corazón de los cinéfilos espectadores de Actual 2023.