“La cocina arreglá pero informal” del Restaurante Arsa llega a Logroño en primavera

El boom gastronómico que vive La Rioja se prepara para recibir muy pronto un nuevo restaurante en Logroño. Rodrigo Fernández y Beatriz Fernández han dado un giro a su vida porque su proyecto de vida, el restuarante Arsa, pedía instalarse en la capital riojana.

Ambos tenían en la cabeza el sueño de crear su propio proyecto cuando se conocieron trabajando en el Zaranda, un dos estrellas Michelin de Mallorca. Después de años viviendo y trabajando en Sevilla, de donde es Beatriz, la idea de crear Arsa comenzó a multiplicarse.

Conexión Sevilla-Logroño

“Aunque en un primer momento pensamos en abrir en Sevilla, vimos que el concepto encajaba más en Logroño”, explica esta pareja de cocineros que lleva más de 12 años en el oficio.

Por ello, no se lo pensaron y en septiembre alquilaron un camión para trasladar su vida hasta Logroño, de donde es Rodrigo. “El panorama aquí es totalmente positivo, a la gente le encanta salir a comer, celebrar. Les gusta comer bien”, consideran. “Y repetimos el patrón de pareja de cocineros, él de aquí y ella de fuera”, dicen entre risas en referencia a Ikaro y Ajonegro

Aunque el restaurante Arsa se empezó a cocinar a fuego lento hace más de un año y medio está ya en una cuenta atrás y espera abrir sus puertas esta primavera en calle Lardero, 7.

Cocina arreglá pero informal

¿Y que vamos a encontrar en el Arsa? “Me gusta definirlo como cocina ”arreglá“ pero informal”, dice Beatriz Fernández. “Defendemos que podemos comer alta cocina con zapatillas y vaqueros y con Metallica de fondo y sigue siendo alta cocina. Vas a comer muy bien sin ese formalismo que a veces hay en algunos restaurantes. Va a ser un restaurante divertido, canalla, pero con las cosas muy bien hechas”.

Aunque pueda parecer que se trata de un concepto con el que quieran marcar la diferencia entre la gran oferta de restaurantes de Logroño, aseguran que no es así. “En esencia es nosotros, nuestra identidad, es un concepto diferente porque somos diferentes, lo más importante era hacer algo que nos salga natural, en lo que nos sintamos cómodos”, apunta Rodrigo Fernández.

Y de la pareja entre una sevillana y un logroñés lo natural era fusionar la cocina andaluza y riojana. Pero puntualizan: “la mezcla va a estar en todo pero sin irnos a lo evidente, Andalucía es más que pescaíto frito y La Rioja es más que chuletillas”.

La propuesta gastronómica ya está casi ideada: “tendremos una carta muy viva, con productos de proximidad y un menú degustación que servirá de presentación de proyecto”.

Mientras los cocineros empiezan a abrirse un hueco en el sector gastronómico de La Rioja, donde celebran que “hay mucha piña”, las ideas del restaurante Arsa, y sobre todo las ganas de abrir, ya se cocinan en casa de la pareja.