Las comunidades energéticas se abren paso en La Rioja como solución al reto demográfico y al precio de la luz

Las comunidades energéticas se abren paso en La Rioja como solución al reto demográfico y al precio de la luz

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Las comunidades energéticas son un concepto muy reciente pero que está tomando fuerza desde que el nuevo marco legislativo las avaló en 2020. En La Rioja ya hay dos en marcha, en Treguajantes (Soto de Cameros) y Larriba (Ajamil) y en las próximas semanas empezarán a funcionar los paneles fotovoltaicos de las comunidades energéticas de Santa Marina y San Martín de Jubera (Santa Engracia).

En Luezas (Soto de Cameros) y El Collado (Santa Engracia del Jubera) ya se han firmado los convenios con el Gobierno de La Rioja y próximamente comenzará la licitación y se han iniciado negociaciones para encontrar la mejor solución técnica en Zenzano (Lagunilla del Jubera) y Ambas Aguas (Muro de Aguas).

Otro buen número de proyectos están en trámites. A la espera de conocer las solicitudes en La Rioja a la nueva convocatoria de ayudas del Ministerio que cerró el pasado 13 de febrero y que repartirá 40 millones de euros, el proyecto “Toda La Rioja” impulsado por la Cámara de La Rioja espera obtener financiación para impulsar una comunidad energética que aunará a trece municipios.

Pero, ¿qué es una comunidad energética? Según la normativa española, es una “entidad jurídica basada en la participación abierta y voluntaria, autónoma y efectivamente controlada por sus socios”, que deben estar “situados en las proximidades de los proyectos de energías renovables de su propiedad” y cuya finalidad sean los “beneficios medioambientales, económicos o sociales en lugar de ganancias financieras”.

Uno de los principales beneficios de la comunidad energética es el ahorro en la factura de la luz y la fortaleza de unión a la hora de negociar los precios con las comercializadoras. Pero además, en La Rioja las comunidades energéticas se han impulsado como solución para los núcleos urbanos aislados a los que no llega la línea de distribución eléctrica.

En estos casos, el Gobierno de La Rioja financia el 80% de la obra y entre los miembros de la comunidad energética financian el otro 20%. Se crea un pequeño huerto solar y se instala en el lugar más idóneo, lo mas cercano al núcleo urbano posible y se lleva la electricidad a las personas que han decidido participar en la comunidad.

“Quienes decidan formar parte de la comunidad pagan 1500 euros de entrada, que es prácticamente lo que les va a costar. Desaparece la factura mensual, los gastos de mantenimiento son mínimos”, explica el director general de Transición Energética y Cambio Climático, Iván Moya. Una solución que también es ahorro: “hacerlo de manera individual con la misma garantía de servicio hubiera costado entre 5000 y 8000 euros”.

“Los vecinos y vecinas de las zonas donde ya están en marcha están satisfechos y en los núcleos donde va a entrar en funcionamiento próximamente hay ganas”, apunta el director general. Como en Santa Marina, que será una comunidad energética importante, con 30 puntos de conexión. Desde el Gobierno esperan que estas instalaciones tengan un efecto llamada: “los huertos solares de la comunidades se han construido con una sobredimensión de un 20% de forma que nuevos miembros puedan entrar pagando la entrada y sin necesidad de realizar nuevos gastos ni obras en la comunidad”.

Además, el Gobierno de La Rioja quiere seguir impulsando las comunidades energéticas y se está estudiando para futuras legislaturas nuevos modelos: “como la instalación de placas por ejemplo en un instituto y que las personas de un radio de 2 kilómetros puedan entrar en la comunidad o que sirvan para paliar situaciones de pobreza energética”, avanza Moya.

Toda La Rioja: trece municipios riojanos se unen en una comunidad energética

También defiende el director general la labor del Gobierno como impulso y ayuda para comunidades energéticas de particulares y municipios. En este sentido, han redactado una carta de apoyo para la comunidad energética “Toda La Rioja”, que ha impulsado la Cámara de Comercio y de la que forman parte trece municipios: Santurdejo, Torrecilla en Cameros, Arrubal, Igea, Fuenmayor, Santurde, Alesanco, Aldeanueva de Ebro, San Vicente de la Sonsierra, Villamediana de Iregua, Nestares, El Rasillo de Cameros y Nalda.

La Cámara de Comercio de La Rioja ha impulsado este modelo siguiendo uno ya puesto en marcha con éxito por la Cámara de Navarra que cuenta con más de 60 municipios. “La entidad no participa en la comunidad, solo tiene una función de impulso, coordinación y apoyo para un modelo de generación de riqueza en los municipios”, apunta Florencio Nicolás, el director general, que defiende que esta propuesta pueda ser beneficiosa para que comercios y pymes vean reducidos sus gastos.

El nombre de Toda La Rioja surge de ese agradecimiento a Navarra por el proyecto: “Se llama Toda La Rioja, no porque sea de toda La Rioja, si no que le pusimos el nombre por la Reina Toda, que nació en Navarra y que está enterrada en el Monasterio de San Millán”.

En este caso, esta comunidad energética instalaría los paneles fotovoltaicos en las cubiertas de los edificios públicos cedidos gratuitamente por los ayuntamiento. Hogares, comercios y pymes pueden participar de la comunidad energética y conseguir un ahorro anual de entre un 25 y un 30%, estiman.

No hay obligación de pertenencia y se establece una cuota mensual en función de la participación. Aunque depende de la generación de energía que se consiga y del importe de ayuda, la participación mínima tendría un coste de 9 euros, que se ha calculado que pueda ser el consumo de una familia tipo. “Algún comercio que necesite más energía tendría que adquirir una participación mayor en el caso de necesitar más energía”, añade el director de la Cámara de Comercio de La Rioja.

También tiene beneficios para el propio municipio, donde la factura se ha visto afectada por el aumento del precio, podría dedicarse al alumbrado público o a las instaciones municipales. “Los Ayuntamientos pueden hacer una aportación extra para ayudar a personas en una situación delicada económicamente”, señala Florencio Nicolás.

La comunidad energética Toda La Rioja estima un coste cercano al millón de euros y espera una resolución favorable de las ayudas del IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. “Lógicamente, no se iniciará el desarrollo hasta que tengamos la resolución del Ministerio, porque el proyecto va en concurrencia competitiva, depende de cómo se ha clasificado y de la intensidad de ayuda que podamos tener”, explica Florencio Nicolás.

Las comunidades energéticas acaban de surgir pero adquieren fuerza para facilitar la llegada de la electricidad a núcleos urbanos aislados y también para el ahorro en la factura de hogares, pymes y ayuntamientos en torno a la apuesta por la sostenibilidad y el medio ambiente.

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