La Sarga cobra vida: “Villoslada está viva y queremos mostrar que tenemos muchas cosas que decir”

*Imagen de archivo: Representación de La Sarga en 2018

Cultura para dar a conocer las joyas artísticas de un pueblo, pero también para unir a este en un objetivo común: crear comunidad. A pocas horas de que comience la representación de La Pasión, en la compañía teatral de La Colodra de Villoslada se percibe ajetreo pero, sobre todo, la ilusión de dar vida a aquellas imágenes plasmadas en su Sarga, datada en el siglo XVI en Amberes, su gran tesoro patrimonial.

40 personas, a las que hay que sumar todas aquellas detrás del escenario, desde equipo técnico, producción o vestuario, se vuelcan desde 2012 en dar movimiento y vida a esta tela policromada, en una de las citas más populares de la Semana Santa riojana. “Es una manera de dar a conocer este velo de Pasión, que se utilizaba en el siglo XVI para cubrir los retablos de las iglesias y centrar la atención de los fieles”, contextualiza Virginia Muela, directora y guionista de esta representación. 17 escenas que van más allá de plasmar La Pasión de Cristo y que trasladan a una Villoslada de mucha prosperidad, como describe, gracias a la lana merina y a la trashumancia. “Fue una obra de arte que encargamos desde Villoslada a la ciudad de Amberes en 1560, estuvo perdida durante años, forma parte del patrimonio de La Rioja y era muy desconocida, nadie sabía que teníamos este pequeño tesoro aquí y nos pareció que era una buena manera de darla a conocer representar La Pasión como los personajes de la Sarga, como si ellos mismos bajaran a explicar esta historia”.

Dirigir a tantas personas es una tarea fácil y compleja al mismo tiempo, como detalla la directora. “Casi todo el pueblo está implicado de una manera u otra, todo el grupo tiene una ilusión enorme, por un lado es complicado porque somos muchos y, por otro, el compromiso de todos y la ilusión es lo que nos motiva”, agradece. “Se convierte en algo muy entrañable, más que un trabajo es un momento de estar todos juntos, que es muy importante”. Así, reivindica: “Es una manifestación del pueblo, de querer seguir vivos, Villoslada está viva y queremos mostrar que tenemos muchas cosas que decir todavía y mostrar que con la cultura también se puede mover y colaborar en el desarrollo de nuestro pueblo”.

La representación en la Iglesia Parroquial, se hará mediante dos pases este sábado, a las 18:00 y a las 20:00. Este año, además, cuenta con nuevo elenco y guion. Destaca la incorporación de gente joven que, como celebra Muela, garantiza el relevo generacional. “La Colodra tiene la suerte de que haya niños que comenzaron con nosotros con cinco años y que, hoy, tienen papeles de adultos”, Asimismo, añade, “a día de hoy tenemos un grupo de niños actuando y que espero que continúen y que un día nos reemplacen a todos”. “Son un grupo de siete u ocho que están trabajando fuerte y son unos artistas”, agradece.

Los ensayos dieron comienzo tras la Navidad, como recuerda Muela, que se encarga, asimismo, de los guiones. “Somos muchos actores y la idea es que todos tengamos un papel”, explica. “La historia ya la conocemos, pero la intento adaptar al espacio, con mucha gente”. El vestuario, por otro lado, “es un elemento primordial”, pone en valor. El encargado de este es el diseñador Michel Crespo, que forma parte de La Colodra. “No es el vestuario formal de Judea del siglo I”, recuerda. “En nuestra Sarga, las 17 escenas de La Pasión son escenas en las que los artistas quisieron plasmar a las gentes de su propio tiempo, tenemos burgueses, otomanos… la gente va vestida como en el siglo XVI”.

El trabajo de estos 10 años se ha visto reflejado en el libro “COLODRAS. Teatro para activar el mundo rural”, de la mano de la editorial riojana La Zamarra, del escritor Álvaro Gonzalez y que se presentó el pasado jueves. “Ha sido muy emocionante, plasma 10 años de mucho trabajo, no solo por mi parte, sino de todos, es un libro que es de La Colodra, que es de Villoslada, porque el trabajo es de un pueblo”. Y, con ello, agradece, “a parte de hacer cultura hemos sabido utilizarla como elemento transformador, de nosotros mismos y de nuestra comunidad”