No habrá nuevas elecciones

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La tensión en Irán continúa con la última declaración del Consejo de Guardianes iraní, encargado de investigar las quejas presentadas por miembros de la oposición ante los resultados de las pasadas elecciones presidenciales.

El sábado 13 de junio la ira y el descontento de muchos iraníes saltaban a las calles, tras conocer que Mahmud Ahmadineyad había ganado los comicios y seguía siendo el presidente del país. Desde ese momento, las protestas, la represión y los muertos se han producido casi a diario en el país.

Ante esta situación, el máximo órgano legislativo de Irán, el Consejo de los Guardianes, decidió realizar un recuento de votos, en los lugares donde opositores como Musavi habían denunciado el fraude. El portavoz del Consejo de los Guardianes, Abbas Alí Kadjodaei, reconoció que las irregularidades electorales afectan al menos a tres millones de votos que fueron contabilizados a pesar de que con ellos se superase el número de personas censadas en varias circunscripciones.

A pesar de esto, el organismo ha comunicado que rechaza anular las elecciones presidenciales del pasado día 12 alegando que las irregularidades detectadas en los comicios no justifican una nueva convocatoria, según informó la televisión estatal Press TV.

“El Consejo de Guardianes rechaza anular las elecciones presidenciales del 12 de junio, ya que no ha habido grandes irregularidades durante las votaciones”, afirmó el escueto comunicado, que llega en plenas protestas en demanda de una revisión de los comicios.

Kadjodaei indicó que la participación superó al censo en 50 de las más de 360 circunscripciones del país. Sin embargo, Kadjodaei descartó cualquier fraude e insistió en que las elecciones fueron “libres y justas” porque el desajuste no afectaría en ningún caso al resultado final de los comicios, según Press TV, que cita a la web Khabaronline.

El informe tira por tierra la petición de dos de los candidatos derrotados: el ex primer ministro Mir Hosein Musavi y el clérigo reformista Mehdi Karoubi. Este último emplazó ayer al Consejo a cancelar la votación “en lugar de malgastar tiempo contando algunos votos”.

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