Romay subraya el valor de los programas sociales de la Fundación Baloncesto

Romay visitaba en Lardero (La Rioja) el campus de la Federación Riojana de Baloncesto, en el que participan más de 80 niñas y niños. Fernando Romay, que ahora es comentaristas deportivo de televisión, participó en varias de las actividades del campus y fue “interrogado” por los niños sobre su etapa como jugador y sobre el baloncesto actual.

Entre otras cosas Romay fue rotundo al pronosticar el éxito de la selección española en el próximo Campeonato de Europa, que se va a disputar en septiembre en Polonia. Posteriormente, en declaraciones a la prensa, Romay detalló su papel dentro de la Fundación Socio Cultural del Baloncesto, un organismo integrado en la Federación Española que realiza diferentes programas sociales por toda España.

“Somos la única federación que tiene una Fundación dentro, lo que evidencia el peso de las cuestiones sociales dentro de su estructura”

, explicó y recalcó que su objetivo es “llevar los valores del baloncesto, los que demuestran los jugadores del equipo nacional, a los colectivos que los necesitan”.

Así, desarrollan programas en los que participan “desde los niños de barrios conflictivos a sitios donde hay problemas de absentismo escolar, a las prisiones de mujeres, o a colegios en los que hay que impedir que se extienda el botellón”.

“El deporte en general siempre se ha implicado en este tipo de cuestiones, este tipo de programas existen

, pero cuesta que salgan a la luz y se necesita que alguien como la Federación Española se implique y haga saber que el deporte es una cosa buena frente a estas enfermedades sociales“, consideró Romay.

Donde se desarrolló estos programas, dijo “hay muy buena acogida” y eso “sirve para hacer más grande el baloncesto”. Aunque su visita a La Rioja no estuvo relacionada con la formación de jugadores “he visto que se trabaja bien” porque “hay buenos técnicos, como en España en general, donde el nivel de los entrenadores de formación es excelente”.

Por eso, “hay que demostrarse que no están solos, que hay gente pendiente de ellos y de que lo que hacen se sigue” porque “durante mucho tiempo el trabajo de los entrenadores de base ha pasado desapercibido y ahora se están poniendo las bases para que no sea así”