Sacerdocio en el siglo XXI
El cardenal prefecto de la Congregación para el Clero del Vaticano, Claudio Hummes, ha calificado la pedofilia como “un crimen terrible” y reconoce que afecta al cuatro por ciento de los sacerdotes. Según los cálculos de Hummes, 20.000 sacerdotes podrían estar implicados en algún caso de pedofilia, teniendo en cuenta que en el mundo hay alrededor de medio millón de eclesiásticos.
En una entrevista concedida a la revista Nueva Vida, el cardenal señala que la Iglesia “no puede cerrar los ojos” ante este problema, al tiempo que recalcó que “no hay sitio en el ministerio sacerdotal para las personas que han cometido estos crímenes”.
En este sentido, el alto cargo del Vaticano considera que los culpables deben ser juzgados tanto con las leyes civiles como con las canónicas. Pero también quiso dejar claro que la mayoría del clero “no tiene nada que ver con estos problemas” y que la Iglesia no debe permitir que la gente se haga una mala imagen del sacerdote católico ya que ''humilla y hiere a la inmensa mayoría de los sacerdotes“ que no tienen que ver con este tipo de abusos.
Sobre la cuestión del celibato, el prelado admitió que un porcentaje importante de sacerdotes “no respeta” este principio, lo que no significa que el resto de sacerdotes no sean “hombres dignos y honrados”, que “se baten por la dignidad humana, por los derechos humanos, la justicia social y la solidaridad con los pobres”.
En relación al tema, en la entrevista se abordó la decisión del Papa Benedicto XVI se convocar el año sacerdotal. En opinión del cardenal Hummes, esta iniciativa se ha llevado a cabo en un momento propicio e insta a los sacerdotes a vivir su misión y vocación “en la cultura imperante de Occidente, que está en contra de la religión y considera que debe estar relegada a la esfera privada de la persona”.
Con la celebración especial de este año se espera que aumente el número de vocaciones al sacerdocio. “Si somos capaces de ofrecer a los sacerdotes mejores condiciones para que sean más felices, los jóvenes que sienten la llamada del sacerdocio estarán más decididos”, considera el cardenal.
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