Ingresa en un centro de menores el pirata con 'dudosa edad' a la espera de otra prueba médica

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Los fiscales de menores de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo y Jesús Alonso ordenaron el ingreso en un centro de menores en régimen cerrado de 'Abdu Willy', el presunto pirata somalí detenido en relación con el secuestro del pesquero español 'Alakrana', en espera de que el juez central de menores, José Luis Castro, ratifique esta decisión en una nueva comparecencia, que tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.

La medida fue acordada tras la celebración de una vista en la sede del Juzgado Central de Menores, en la que 'Abdu Willy' manifestó su deseo de ser devuelto a su país de origen, Somalia, y de que se le devuelvan sus efectos personales que le fueron incautados, especialmente su teléfono móvil.

Fuentes jurídicas señalaron que durante la vista le fue leída al presunto pirata la declaración que realizó el martes 13 ante el juez Baltasar Garzón, que sustituyó la semana pasada al juez Santiago Pedraz, encargado del caso, y con la que mostró su conformidad. Declaró que él no formaba parte del grupo de secuestradores y que se encontraba en el lugar pescando.

Mientras se produce la decisión del juzgado que regularizará definitivamente la situación de 'Abdu Willy' en España, esta tarde el detenido será sometido a una nueva prueba médica para establecer con precisión su edad. En concreto, realizarán al pirata una ortopantomografía, una radiografía panorámica de su dentadura, que intentará establecer con exactitud si es o no menor de edad., después de que los exámenes hechos hasta ahora fijaran una “edad mínima de 17 años”.

'Abdu Willy' llegó sobre las 14.00 horas a la sede del Juzgado Central de Menores, en la Gran Vía de Madrid, vestido con ropa deportiva y con la cara tapada por una chaqueta, en medio de una gran expectación por parte de los medios de comunicación. El presunto pirata permaneció durante unos 45 minutos en el edificio, del que salió también en un vehículo policial.

El joven --que pasó la noche en un centro de protección de menores después de que el juez central número 1 de la Audiencia, Santiago Pedraz, ordenara su puesta en libertad ante las dudas sobre su edad-- será trasladado a un centro de régimen cerrado hasta que se tome una decisión definitiva sobre su futuro.

LA FISCALÍA NO RECURRE LA LIBERTAD ORDENADA POR PEDRAZ

El Ministerio Público ha decidido no recurrir la decisión del juez Pedraz, que decretó ayer la inmediata puesta en libertad del somalí tras constatar que diversos análisis médicos que se le realizaron establecían una “edad mínima de 17 años”, por lo que podría ser menor de edad.

Finalmente, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha resuelto el conflicto abierto sobre cuál era la institución que debía hacerse cargo del presunto pirata asumiendo su competencia. Mientras el juez Pedraz consideraba que la “protección de sus derechos y de su integridad” correspondía a la Fiscalía de Menores de Madrid, ya que la Audiencia Nacional sólo sería competente para juzgar a menores en caso de delitos relacionados con terrorismo, fuentes de la Fiscalía de Madrid señalaron que el caso no les compete por no haber delitos atribuidos a 'Abdu Willy' bajo su jurisdicción.

En un escrito dirigido al fiscal de menores, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, explica que el alto tribunal ha decidido hacerse cargo del presunto pirata, al entender que todos los delitos “legalmente atribuidos a la jurisdicción de la Audiencia Nacional” son de su competencia, también en el caso de menores, ya que su jurisdicción responde a “criterios de extraterritorialidad”.

Así, en este caso, considera “razonable entender” que la competencia del Juzgado Central de Menores y de la Fiscalía “se extiende no sólo a los menores acusados de delitos de terrorismo”, a pesar de que éste sea el único que se cite “expresamente” en la ley. De esta manera, estima que le corresponden también el resto de delitos atribuidos a la Audiencia Nacional “que no han sido expresamente excluidos por la legislación penal del menor” y “particularmente cuando han sido cometidos en el extranjero”.

Además, en el escrito, Zaragoza insiste que “la propia dinámica de los hechos criminales investigados” y la naturaleza de los delitos que se le imputan, es decir, el empleo de armas y la pertenencia de los imputados a un grupo criminal que podría considerarse con finalidad terrorista, termina despejando “cualquier duda sobre la competencia” del enjuiciamiento del presunto menor.

'Abdu Willy' permaneció internado en la prisión de Alcalá Meco hasta anoche y desde el pasado 13 de octubre por orden del juez Baltasar Garzón, que acusó al somalí de asociación ilícita, 36 delitos de detención ilegal y otro de robo con violencia y uso de armas. Anoche fue internado en un centro de protección de menores y ahora será trasladado nuevamente a un centro de internamiento cerrado.

El mismo día de su ingreso en prisión, Garzón acordó el traslado del presunto pirata al Hospital de la Paz, donde tras realizarle una oseometría de la muñeca se estableció que tenía 19 años, si bien el magistrado ordenó la realización de análisis más exhaustivos.

En el auto dictado ayer por Pedraz, el magistrado explicó que 'Abdu Willy' había sido examinado por tres médicos adscritos a la Audiencia Nacional, quienes, tras valorar los informes radiológicos realizados en La Paz en su muñeca, clavícula, dientes y órganos sexuales, le atribuyeron una edad mínima de 17 años, careciendo de datos que permitieran indicar con total certeza que el joven haya alcanzado la mayoría de edad.

Tras recibir el informe médico, Pedraz concluyó que respecto a la responsabilidad penal que puedan generar los actos del presunto pirata “le son de aplicación unas normas penales específicas distintas de las aplicables al resto de los ciudadanos”, por lo que acordó su puesta en libertad“.

En el auto dictado para el ingreso en prisión de 'Abdu Willy' y de su compañero Raageesey ('Machote' según la traductora presente en la declaración), Garzón señalaba que ambos forman parte de un grupo constituido hace más de 20 años llamado Burcad Badeed ('Los que roban en el mar'), a cuyo frente se encuentra un jefe conocido como Ilyas, un segundo en el mando llamado Cabdulkahadir y diez miembros más, procedentes de la localidad somalí de Marka.

El más joven de ellos 'Abdu Willy', declaró ante el juez de la Audiencia Nacional que él y su compañero estaban pescando cuando los verdaderos piratas llegaron en lanchas y les obligaron a acercarse al atunero vasco.

'Abdu Willy' relató que los piratas les obligaron a arribar al Alakrana y dos días después les dejaron marchar. En cuanto a los seis teléfonos móviles y el dinero que los militares de la fragata Canarias hallaron en su esquife, el detenido dice que constituyeron una compensación que les dieron los piratas por haberles utilizado para el secuestro. Garzón considera, sin embargo, que se les pagó 2.500 dólares por participar en el secuestro.

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