En un comunicado, el Consistorio recordó que en 1990 se realizó esta edificación en la zona de La Grajera, y el inmueble fue considerado "ilegal" por el Ayuntamiento, que ordenó "derribarlo". Los propietarios presentaron un recurso y "lo perdieron".
Posteriormente, el expediente "desapareció" y no se cumplió la sentencia, hasta que hace cuatro años el Grupo Municipal Socialista pidió el reinicio del expediente de derribo, contra el que los propietarios volvieron a interponer un recurso.
El mismo fue nuevamente denegado, y la última sentencia dictada sobre este asunto "volvió a dar la razón" al Ayuntamiento de Logroño, que inició un nuevo expediente de ejecución subsidaria del derribo.
Este trámite fue paralizado a finales de agosto, ante la petición de los propietarios del inmueble de ejecutar voluntariamente el derribo. El Consistorio aceptó la petición y marcó plazos para la redacción del proyecto y para la realización del derribo.
Ayer, sábado 24 de octubre, en torno a las cinco y media de la tarde, los propietarios comenzaron el derribo del edificio, que estará finalizado en las próximas horas.
Finalmente, el Ayuntamiento recordó que "se hace necesario insistir en el respeto a las normas urbanísticas, que todos deben cumplir sin distinción del color político o la capacidad económica".