Olvidan a una niña de tres años cuatro horas en un autobús

Agencias

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Una niña de tres años de edad de la localidad valenciana de Paiporta permaneció cuatro horas sola y encerrada en el autobús escolar, después de que, al llegar al colegio, ni la monitora, ni los profesores ni el conductor del vehículo se dieran cuenta de que la pequeña no había bajado.

El conductor del bus, después de dejar a los niños en el colegio, condujo hasta la localidad de Tavernes Blanques, a unos 19 kilómetros, y dejó aparcado allí el vehículo, sin percatarse de que la pequeña Marta estaba dentro. Cuatro horas después, una mujer que paseaba por el solar donde estaba el bus, vio a la niña “que estaba llorando y dando a los cristales” y avisó a unos obreros para que alertaran a la Guardia Civil, según explicó María Gil, la madre de la menor.

Los agentes no pudieron romper el cristal del autobús, por lo que hasta que no fue localizado el conductor no pudieron rescatar a la niña. Al acceder a ella, la niña estaba “con un ataque de histeria”, sin comer ni beber desde las 8.30 horas, e incluso se había hecho pipí, indicó la madre.

La Guardia Civil bañó y cambió de ropa a la niña, y le dio de comer hasta que avisaron a la madre y pudo recogerla. En ese momento, la menor estaba “ya tranquilita”, aunque durante su encierro “lo pasó muy mal”. “Estuvo con un ataque de ansiedad muy grande, muchas horas sola, y pensando: ¿dónde están? ¿nadie viene a por mí”, explicó la madre, quien indicó que la niña está bajo tratamiento psicológico.

De hecho, varios días después del suceso, la pequeña sigue alterada y con problemas de sueño. “Tiene miedo y cuando le pregunto si quiere ir al cole dice que no”, y que “autobús, no”. Además, por la noche sueña, “se pone en posición fetal y lo vive”, lamentó María.

La madre de la pequeña cree que se ha cometido una “negligencia” y no entiende “cómo se les puede olvidar una niña”. En este sentido, indicó que la obligación de la monitora o del conductor es “pasar lista” y comprobar “qué niños suben al autobús y cuántos bajan”. “Ni la monitora, ni el conductor, ni los profesores. Nadie dijo, ¿dónde está Marta?”, se lamentó la madre.

“NO LO HUBIERA CONTADO”.

María no quiere ni pensar qué hubiera pasado si la mujer no se hubiera percatado de la presencia de la niña dentro del autobús. Además, indica que “si hubiera sido un día de calor o de frío, hubiese sido una desgracia para mí y para la niña, que no lo hubiera contado”.

La madre de la pequeña ha hablado con la monitora y el conductor del autobús y dice que se encuentran mal y que los ha perdonado, si bien considera “justa” la medida adoptada por la empresa que les ha despedido. La explicación de su 'olvido' es que se cayó una niña en el autobús, “se pusieron nerviosos y se les olvidó Marta, no se dieron cuenta de que la niña estaba allí”.

María ha denunciado los hechos e intenta cambiar a su hija de colegio, aunque sabe que, por la escasez de plazas, no será fácil. La menores está matriculada en el colegio Lluís Vives de Paiporta, pero como éste está precintado por motivos estructurales, los alumnos dan clases en el colegio Jaume I de Alfafar, “a cinco o diez minutos en autobús” desde la casa de la pequeña.

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