“El desarrollo de la nueva Oficina Judicial dará un servicio más ágil a nuestros ciudadanos”

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Tal y como ha explicado el presidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, Ignacio Espinosa, el BOE ya anunció el 4 de noviembre la modificación de las leyes procesales y éstas no se empezarán a aplicar hasta el próximo 5 de mayo. Según Ignacio Sánchez Guiu, se desarrollarán durante cinco años.

Este nuevo modelo prevé medidas organizativas, normativas y tecnológicas que dotarán al servicio judicial de mayor agilidad y calidad para el ciudadano. El secretario general de Modernización del Ministerio de Justicia ha puesto un ejemplo: “La digitalización del 11-M ahorró un tiempo de tramitacón de 15 meses”.

El secretario general de Modernización del Ministerio de Justicia ha señalado que hasta ahora los juzgados estaban organizados como una sociedad rural autosuficiente que registraba, notificaba, tramitaba, ejecutaba y hasta hacía sus propios impresos. “Ahora se descarga al juez de otras actividades fundamentalmente burocráticas que no sean juzgar y ejecutar lo juzgado. Además será organizativamente más potente con oficinas de apoyo al juzgado y especializándose los servicios más comunes”.

Logroño ha sido una de las ocho ciudades elegidas para poner en marcha esta nueva Oficina Judicial. Se han escogido de diferente tamaño para que luego se pueda extrapolar al resto de la geografía española y se ha tenido en cuenta también que las infraestructuras facilitase el despliegue de la oficina. A estas ocho se irán sumando el resto de ciudades progresivamente.

Esto afectará también a los trabajadores, ya que se necesitarán más jueces, fiscales, secretarios judiciales y funcionarios y Ignacio Sánchez Guiu ha anunciado que la oferta pública en los próximos años experimentará un crecimiento muy importante.

Este modelo judicial concierne a 19 secretarios judiciales y a 203 funcionarios de Logroño. En concreto se trata de toda la plantilla menos la de los tres Juzgados de lo Social, que se ubican en otro lugar, en la calle Manzanera. No se sabe con exactitud cuántas plazas harán falta pero tratarán por encima de todo optimizar los recursos.