Nuevo atentado y nueva detención
La capital de Afganistán, Kabul, ha vuelto a sufrir hoy un nuevo atentado. En esta ocasión se ha tratado de un coche bomba que un terrorista suicida ha hecho explotar cerca de una base militar estadounidense. En el ataque han resultado heridas al menos seis personas, según ha informado el portavoz del departamento de investigación criminal de la capital, Abdulghaffar Sayedzadah.
El atentado se produjo en una carretera que lleva al este, hacia Jalalabad, desde el centro de la ciudad cerca de la entrada principal de Camp Phoenix, una base usada fundamentalmente por las fuerzas estadounidenses.
Según Sayedzadah, la mayoría de los heridos se encontraban trabajando en las inmediaciones.
Por su parte, tanto las fuerzas de la OTAN como estadounidenses indicaron que están investigando la explosión y apuntaron como causa inicial un coche bomba.
Un hombre que asegura ser portavoz talibán, Zabihulá Mujahid, indicó en un mensaje de texto remitido a Reuters que el agresor era miembro del grupo islamista e iba en un coche. Según Mujahid, el objetivo del ataque era un convoy de fuerzas extranjeras.
Por otro lado, el Departamento de Seguridad Nacional de Afganistán (NDS) ha informado de la detención de un hombre llamado Kamaluddin, que ayudó a planear los ataques talibán de la semana pasada en Kabul, en los que murieron cinco personas. El hombre ha asegurado haber sido reclutado en Pakistán por un comando talibán que trabaja para el líder Sirajuddin Haqqani.
Según el organismo afgano, Kamaluddin procedía de la provincia oriental de Nangarhar pero se mudó a Kabul antes de los atentados. Encontraron en su casa granadas y explosivos. En cuanto a la red de Haqqani, se considera que ha estado detrás de muchos ataques suicidas en Afganistán, particularmente en el este del país, y es descrita por el Ejército estadounidense como la mayor amenaza en el territorio afgano.
En el ataque del pasado 18 de enero murieron cinco personas, incluidos dos policías, un responsable del NDS y dos civiles.
Los ataques, en los que participaron varios insurgentes talibán, se produjeron en lugares cercanos al palacio presidencial y a concurridos centros comerciales.
Por otra parte, el Departamento de Seguridad Nacional ha detenido a un grupo de milicianos que había participado en los ataques de los recientes meses en Kabul, incluido el intento de un atentado suicida.
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