Se busca un anciano de 81 años, desaparecido desde el 22 de enero en Logroño

Agencias

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La familia de Bienvenido Salas, de 81 años, pide la colaboración ciudadana para buscar al anciano, desaparecido de su casa de Logroño desde el pasado día 22 de enero, sin que, hasta ahora, se tenga “ni la más mínima pista” sobre su paradero, según explicó a Europa Press su nieta, Lorena Arranz.

Salas desapareció de su casa, en la zona este de Logroño, en la mañana del pasado 22 de enero. Según relata Arranz, “mi abuela se fue a dar su paseo por el Parque del Ebro, y lo dejó en la cama, con las pastillas de su medicación habitual preparadas”.

Cuando regresó, tras unos veinte minutos aproximadamente, el anciano había desaparecido. “En un primer momento, mi abuela no se preocupó, porque pensó que había salido sin más”, apunta la joven, quien señala que su abuelo “se encuentra perfectamente de cabeza”.

En este sentido, indica que “sólo tiene una ligerísima pérdida de memoria en cosas tontas, provocada por las pastillas”. Salas acababa de ser dado de alta después de permanecer ingresado en el Hospital San Pedro unos diez días por una leve depresión, “hasta los médicos que le atendieron están sorprendidos por la situación”.

A medida que fue pasando la mañana sin noticias, la esposa de Bienvenido Salas se fue preocupando, y comenzó a llamar a sus hijos y a otros familiares. A ello se sumó que, pasado más tiempo, se dio cuenta de que el hombre no se había llevado “ni la cartera, ni dinero, ni documentación, ni su bastón, nada de nada”.

En el momento de su desaparición, el anciano llevaba puesto un pantalón vaquero y un anorak gris. Mide 1.60 metros y es de complexión normal. Padece una ligera cojera.

Salas era muy conocido en la zona cercana a su domicilio, incluso en otras zonas cercanas, como el Parque del Ebro, ya que solía salir sobre todo con la bici, por Alberite, Villamediana, “pero la bici está en una lonja sin tocar desde el 22 de enero”. “Es que nadie ha sido capaz de decirnos nada, nadie le ha visto”, dice Arranz.

El caso está denunciado a la Policía desde el día siguiente a la desaparición, el 23 de enero. La familia ha “empapelado el parque del Ebro con su foto y sus datos, buscado por la ribera del rio, preguntado a la gente, y nada”.

La nieta de Salas indica que “además, cada día que pasa, sentimos que la búsqueda policial se ralentiza y tememos no encontrarle; lo que queremos es que no se olvide el caso, que sigan buscando”.

“Ya no sabemos qué más hacer, estamos frustrados y desesperados”, finaliza Lorena Arranz, quien, en nombre de la familia transmite el ruego “a quien pueda aportar cualquier información que, por favor, se ponga en contacto con la Policía”.

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