Gran Hermano 'El reencuentro': Indhira y Arturo se reencuentran en el plató del Debate

La puerta de Gran Hermano nunca se abrirá para recibir a Indhira. Así de convincente presentaba Jordi González a la malagueña que más horas ha chupado cámara en los últimos meses. La ex pareja del delfín volvía a los platós después de abandonar la casa de Guadalix la pasada semana. Uno minutos antes, Arturo era recibido por los colaboradores del programa.

Cuando la organización decidió encerrar a Arturo e Indhira en la casa de su vida no podían imaginar que los hechos iban a desarrollarse de la forma en la que lo hicieron. Tras una pequeña bronca de bienvenida, la pareja se sumergió en los abrazos y arrumacos de septiembre, como en una vuelta al pasado de la que ninguno de los dos parecía querer regresar.

Pero todo no es tan bonito como parece y cuando Indhira parecía querer volver a ocupar parte del corazón del 'delfín', éste puso tierra de por medio. ¿Es un mecanismo de defensa para no enamorarse? Muchos pueden pensar eso, a pesar de que él se esfuerza por defender que lo que ocurre es que no la puede ni ver. La malagueña quiso opinar sobre sus nuevas compañeras de piso, algo que el de Irún no consiguió tolerar. A partir de este momento, el enfrentamiento vino rodado.

Sólo hizo falta un plato de pasta, una copa de calimotxo y un comentario desafortunado de Indhira. Lo demás, queridos lectores, ya lo conocen. Arturo era expulsado del programa por su actitud agresiva ante su “no amada”, y ésta, tras meditarlo toda la noche, decidía abandonar el concurso, ya que su motivo de haber entrado estaba en la calle.

Jordi recorrió la entrevista que Mercedes Milá realizó a Arturo tras su expulsión. Una Mercedes humana, cercana, que quiso aparcar las diferencias mantenidas durante el concurso con el vasco y acortó distancias con él. Arturo reconocía que hay una persona en Indhira que le gusta y otra a la que no puede ni ver. Lágrimas de impotencia y rabia y un abrazo dieron por concluido el paso de Arturo por Guadalix.

Indhira afirmaba que considera justa la expulsión, ya que a ella la echaron por la misma escena. Gritos de abucheo sonaron el plató al escuchar esta declaración, ya que la audiencia no considera semejantes los actos. Además, la intervención de la malagueña en el confesionario asegurando que se había sentido agredida fue el detonante final que puso a Arturo de patitas en la calle.

Por otro lado, a través de Indhira pudimos ser partícipes de quién será su próxima compañera de piso. Y es que la india-malagueña se independiza junto a Melanie, la eterna amiga de Nagore y Arturo. Un motivo más para aparecer frente a las cámaras dentro de pocos meses, cuando la relación se haga insostenible para ambas.

El Gato, mientras, hace un análisis de lo que está ocurriendo estos días dentro de la casa, porque parece que se nos ha olvidado ya que el concurso continúa a pesar de que la pareja estrella ya ha abandonado el programa. He de decir que para mí esta secuela está más que acabada. Considero que la dirección de Gran Hermano quiso alargar el reality por el juego que una pareja como Indhira y Arturo estaban dando tanto dentro como fuera. Con ambos fuera del concurso, ya poco importa quién ganará ese premio final o quién conseguirá limar asperezas con su compañero. Sólo queda esperar a los enfrentamientos que el vasco y la malagueña hagan ahora en los platós.