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A prisión Urko Izaguirre por facilitar a ETA una furgoneta para atentar en Calahorra

Europa Press

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El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, decidió hoy enviar a prisión a uno de los dos detenidos el pasado martes en Vizcaya, Urko Izagirre, al que acusa de colaboración con la organización terrorista ETA por haber facilitado presuntamente una furgoneta que la banda utilizó en el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra, en La Rioja, el 21 de marzo de 2008.

Mientras tanto, el magistrado dejó en libertad provisional al otro detenido, Enrique Noya, tal y como había solicitado la Fiscalía, aunque le ha impuesto la prohibición de abandonar el territorio nacional y la obligación de comparecer quincenalmente ante el juzgado más próximo.

Según el auto de prisión provisional de Izagirre, éste habría desarrollado labores a favor de la banda terrorista ETA, “dando cobertura y suministrando la infraestructura necesaria para el desarrollo de las actividades ilegales de los miembros liberados y el resto de legales que prestan sus servicios para la organización”.

En concreto, el juez le atribuye haber prestado su furgoneta a los miembros del 'comando Vizcaya' detenidos en julio de 2008 que atentaron contra el cuartel de la Guardia Civil de Calarahorra meses antes. En esta acción participaron, en unión de los liberados Arkaitz Goikoetxea y Jurdan Martitegi, los miembros legales Asier Borrero e Iñigo Gutiérrez.

Según explica el juez, la furgoneta de Izagirre habría sido utilizada para introducir en ella a los dueños de otro vehículo que fue robado en el Alto de Herrera (Alava) y que fue cargado con “gran cantidad de explosivo” y utilizado en el atentado.

Andreu explica que las declaraciones de las dos personas secuestradas por ETA muestran que existe una “gran similitud” entre la furgoneta en la que estuvieron cautivos -“una furgoneta habilitada específicamente en su parte posterior para un uso comercial”- y la de Izagirre. Además, el juez asegura que del intercambio de llamadas registrado por orden judicial se evidencia que ese mismo día Izagirre “habría dejado el uso de su vehículo a Iñigo Gutiérrez”, y que “no sólo conocía la finalidad que se le iba a dar a su vehículo, sino que también prestó su conformidad a sabiendas”.

El magistrado considera que este hecho resulta corroborado*también por una conversación que el acusado mantuvo con su pareja sentimental el 2 de septiembre de 2008 y por la declaración de Goikoetxea tras la desarticulación del 'comando Vizcaya', al reconocer que Gutiérrez aportó un vehículo para la comisión del atentado.

Además, Andreu apunta que el mismo día 22 de julio, tras conocer la detención de los miembros del comando, Izagirre “desaparece de su domicilio” y no es visto hasta más de cinco días después, cuando se ha “cerciorado de que no recaía ningún tipo de imputación sobre su persona”.

Según el auto, la declaración prestada hoy por Izagirre ha sido “claramente contradictoria” con las vigilancias de las fuerzas de seguridad y con los itinerarios que, según la investigación policial, ese día realizaron tanto él como Iñigo Gutiérrez. También se contradice, afirma, con la declaración que este colaborador de ETA prestó tras ser detenido.

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