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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

El Barça elimina al vigente campeón en un partido tosco, pero muy trabajado

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El Regal FC Barcelona consiguió esta noche una victoria muy importante en el OAKA ante el Panathinaikos (67-70) por todo lo que ello comportó, y es que los blaugrana refuerzan su liderato, dan un paso importante hacia la clasificación y, de rebote, han dejado fuera de la Euroliga a su vigente campeón, que no ha ganado un sólo partido en este 'Top-16'.

En un partido regular de los blaugrana, de los peores de toda la temporada, los hombres de Xavi Pascual lucharon sobre la pista para evitar que la 'bestia' del Panathinaikos creyera en sus opciones, que las tuvo, y con la victoria dejaron fuera a los defensores del título.

Faltó intensidad en general, tanto en defensa --los blaugrana no cerraron bien el rebote-- como a la hora de dar velocidad al juego, pero la entrega fue espectacular y los de Pascual no dieron nunca el partido por perdido y un último cuarto eléctrico les dio la victoria. Con estas condiciones, aupados por un público incondicional, el Panathinaikos no tuvo demasiados problemas para despegarse de los blaugrana, aunque en el segundo cuarto los catalanes consiguieron imponer su juego y llegaron a ganar por 7 puntos de diferencia. Fue un espejismo, ya que antes y después de este instante fueron siempre a remolque hasta rematar a los griegos en los minutos finales.

Lo más destacable en los blaugrana fue la ausencia del poderío que acostumbran a dejar. La sensación dejada en pista rozó la impotencia en muchos minutos, por no poder jugar a gusto y por ver cómo dejaban escapar la posibilidad de eliminar al vigente campeón de la competición. El dominio en la pintura fue aplastante para el PAO, liderado por un Pekovic espectacular que firmó buena parte de la anotación de su equipo hasta irse al banco por acumulación de personales.

El inicio de partido pilló desprevenido a los blaugrana, y ello pesó durante el resto del duelo. Con un primer cuarto en el que sí se sobrepusieron al mal inicio (19-6), y que lograron acabar con un 'cómodo' 20-16, el Regal Barcelona intentó dominar a los griegos e imponer su ritmo, cosa que les fue imposible. El segundo parcial acabó en tablas, aunque en él llegaron las primeras ventajas para el Barça, y todo parecía que tarde o temprano, como acostumbran a hacer y sucedió, acabarían con la resistencia helena.

Sin embargo, la poca eficacia blaugrana en los tiros y una mala defensa volvió a dar alas al PAO. Tras una máxima diferencia de 7 puntos para los visitantes, el Panathinaikos contestó con un aplastante parcial de 11-0 que les situó 37-33 al descanso. El tercer cuarto empezó bastante igualado, aunque la diferencia fue aumentando a favor de los griegos con cuentagotas.

Navarro estrenó su casillero demasiado tarde, pero a tiempo de liderar a los suyos pese a otro parcial de 9-0 dejó un 53-42 en el electrónico y a un Barça muy 'tocado' anímicamente. Este partido en nada se pareció a la gran victoria conseguida ante los griegos en el Palau y ante el Real Madrid en la final de la Copa del Rey. Sin embargo, en el último y decisivo cuarto, el Barça no se arrugó y no se dejó intimidar por nada. Por fin recuperó la intensidad atrás, capturando rebotes y provocando errores en el tiro griego. En ataque, Grimau empezó una serie de triples que secundó un Lakovic especialmente motivado ante su ex equipo. El esloveno, junto a su compatriota Lorbek desde la pintura y servido por un buen Ricky, acercaron a su equipo en el marcador para que Navarro, a falta de 1:50 para el final, pusiera al Barça por delante.

Con este ajustado marcador, el último minuto fue agónico. Los griegos se jugaban la eliminación --ya sin Pekovic, eliminado--, y el Barcelona poner las cosas fáciles o complicarse la existencia. Con 64-66, Lorbek falló dos tiros libres pero un Vázquez que fue de menos a más, y que cambió el juego interior blaugrana, robó la cartera a los pívots griegos y capturó un rebote que acabó en tiros libres para Navarro, que anotó los dos tiros (64-68).

En la siguiente jugada, Diamantidis clavó un triple lejano y volvió a apretar el marcador (67-68) con 11 segundos por jugar. Pararon bien el crono los griegos, con falta sobre Navarro --que no falló-- y dejó una última jugada para los griegos con tres abajo que Nicholas, tirando forzado desde el triple, no pudo culminar y, con ello, no pudo mantener a su equipo en la competición. Seguro que esta victoria dará ánimos a un Barcelona que ha demostrado ser capaz de sobreponerse a un mal juego temporal y a una atmósfera hostil.

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