Ejecutado por no frenar la crisis

Las autoridades de Corea del Norte ejecutaron la semana pasada al que fuese encargado de economía del oficialista Partido de los Trabajadores, Pak Nam Gi, por sus errores en la gestión de la reforma de divisas que promovió para combatir la crisis. Al parecer, esta medida resultó ser un fracaso que ha disparado la inflación y ha reducido los suministros alimentarios en el país, informó la agencia surcoreana Yonhap, citando a diversas fuentes conocedoras de la ejecución.

Pak, que fue destituido como jefe del Departamento de planificación y finanzas del Partido de los Trabajadores el pasado mes de enero, fue finalmente

ejecutado por un pelotón de fusilamiento bajo el delito de ser “hijo de una burguesía que pretendía infiltrarse para conspirar contra las bases de la revolución y destruir la economía nacional”.

Las fuentes citadas por Yonhap señalan que la muerte de Pak es un intento del líder de Corea del Norte, Kim Jong Il, de allanar el camino de su sucesión en favor de su hijo menor. La agencia también apunta a que se trataría de una medida para aplacar los disturbios causados en los últimos meses por la desesperada situación económica y social en la que se encuentran los norcoreanos.

Este no es, sin embargo, el primer caso de esta índole que podemos ver en el país asiático. En 1997, corrió esta misma suerte el responsable de Agricultura del Partido de los Trabajadores, Seo Kwan Hee. En aquella ocasión, el político estaba acusado de espionaje, después de que se iniciase una fuerte crítica social por la hambruna que atravesaba Corea del Norte.