Santos muestra su enfado con el responsable de la tala de 18 árboles: “hay que ser anormal”

Rioja2

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Una auténtica salvajada”, así ha calificado hoy el alcalde de Logroño, Tomás Santos , la tala premeditada e indiscriminada de 18 árboles en las inmediaciones del Parque del Ebro en la madrugada del sábado pasado. “Hay que ser subnormal, anormal o paranormal”, Santos, que ha comparecido ante los medios tras una rueda de prensa referente a otro tema en el Parque del Ebro, no ha podido contener la indignación al tratar de tildar a la persona o personas que llevaron a cabo semejante hazaña.

El alcalde ha prestado declaraciones cerca del bosquete erigido en memoria de las once víctimas de Zugarramurdi que, hace 400 años, murieron en la hoguera condenadas por el famoso auto de fe celebrado en Logroño. Se plantaron once olmos, rodeando a una placa que recogía los nombres de los acusados de brujería; cuatro de estos árboles yacen serrados, como si la Santa Inquisición hubiera vuelto a sus andadas, sin motivo aparente, pero con muy mala idea.

Porque, como ha asegurado Santos, quien hizo esto “ha venido con una sierra”, así que a la nocturnidad que amparó al delito puede sumársele también un agravio de premeditación. El Alcalde ha asegurado que hay una condena unánime de toda la población logroñesa a este atentado y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía -tal como hizo ayer Vicente Urquía- “para que colaboren en lo que puedan con la Policía Local”, con el fin de averiguar la identidad del autor o autores de este “delito natural”.

Porque es delito natural, consecuentemente punible, como se cataloga este acto de vandalismo, “y procuraremos que caiga todo el peso de la ley”, ha declarado Santos, “sobre los responsables”. Encinas, robles, fresnos, olmos, breznos, nogales... en la variedad está el mal gusto, porque el autor de semejante tropelía no ha tenido miramientos en cuanto a las especies de los 7 árboles que mató en el Parque de la Ribera ni con las de los otros 11 del Parque del Ebro; aunque sí distinguió en cuestiones de tamaño, pues todos los troncos cortados corresponden a árboles jóvenes, de escaso grosor, lo que parece le permitió ejercer con rapidez su gran proeza.

“No tiene explicación”, ha señalado Santos visiblemente afectado, “hay una indignación ciudadana importante”, el Alcalde ha revelado como muchos logroñeses se han acercado a él para mostrarle su enfado con alguien capaz de hacer algo así. Alguien por ahora anónimo, pero sólo en identidad y por el momento, porque las consecuencias de sus actos se han clavado a fuego – o a sierra- en una memoria colectiva que anda tras la pista de este leñador “paranormal”.

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