Chávez quiere “detener la locura guerrista” de Colombia

La tensión sigue creciendo entre Colombia y Venezuela. Cada gobierno se aferra a su postura y ninguno de los dos mandatarios, Álvaro Uribe y Hugo Chávez, cede ante un posible entendimiento. Con el paso del tiempo, las acusaciones lanzadas por ambas partes no hacen más que endurecerse.

Las últimas declaraciones han sido las del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha asegurado que el objetivo de su país es “detener la locura guerrerista” que, según él, se ha apoderado del gobierno de Colombia y que pretende generar un conflicto bélico entre dos pueblos hermanos.

“Nos hemos fijado un objetivo supremo: detener la locura guerrerista que se ha apoderado de la Casa de Nariño, impedir que el gobierno lacayo de Uribe, ya de salida, perpetre su último y más nefando crimen: arrastrar a un conflicto bélico a dos pueblos que se saben y se sienten hermanos en Bolívar”, afirmó Chávez en su columna Las líneas de Chávez, publicada este domingo.

“A lo largo de toda esta semana, hemos estado combatiendo activamente por la paz”, recalcó en referencia al conflicto diplomático desatado a raíz de las denuncias de Bogota por la posible presencia de guerrilleros colombianos en territorio de Venezuela.

“Estamos reivindicando para el pueblo colombiano el mismo derecho que reivindicamos para nuestro pueblo y para todos los pueblos de Nuestra América: el derecho de vivir en paz, al que le cantara con tanta fuerza y tanta belleza el gran trovador chileno Víctor Jara”, indicó.

Por el contrario, dijo, el gobierno de Álvaro Uribe lo que ha traído es más violencia y tortura para el pueblo colombiano. “Lamentablemente, el horrible saldo que deja el indigno inquilino de la Casa de Nariño no es otro que este: la exacerbación de la violencia que durante más de 60 años ha definido el doloroso devenir histórico de Colombia”, argumentó.

“El dilema está entre las palabras o los proyectiles, es decir, entre llevar a la mesa de diálogo de los pueblos del Sur el ejercicio voluntarioso por la paz o mantener en la región un ambiente de confrontación con una elevada peligrosidad bélica”, aseveró.

También “hemos podido corroborar, a través de los medios, el carácter pandillista de la gestualidad y las inflexiones verbales, por no hablar de los contenidos mentirosos, de los representantes uribistas en la arena diplomática internacional”, dijo. Chávez manifestó que “ambos aspectos son, sin duda, consecuencia de una idéntica causa: su apuesta a la agresión permanente como estrategia de Estado para resolver los problemas que aquejan a la sociedad colombiana”.

Colombia sigue adelante con las acusaciones

Por su parte, el gobierno colombiano ha presentado formalmente ante la Organización de Estados Americanos (OEA) una solicitud para la creación de la comisión que verifique la presencia de las guerrillas de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio de Venezuela.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ha recibido una carta para formalizar su petición de que se cree una comisión internacional. “Yo recibí una nota del gobierno de Colombia formalizando las peticiones que se hicieron” el día 22 de julio en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente, cuando el embajador colombiano ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, denunció la presencia de 1.500 guerrilleros en territorio venezolano, informó Caracol Radio.

En esa sesión, además de pedir al organismo que cree la comisión en un plazo de 30 días, Hoyos instó a Caracas a cooperar en la lucha antiterrorista, conforme a sus obligaciones internacionales.

Insulza dejó el viernes escrita una carta que enviará al Gobierno de Venezuela y en la que indica que Bogotá le ha entregado una petición formal y solicita a Caracas que se pronuncie al respecto. “Yo espero que eso ocurra y después se decidirá qué hacer”, explicó el secretario general de la OEA, quien recalcó que, conforme a las normas de la organización, en temas bilaterales, el organismo siempre consulta a las dos partes y ahora corresponde a Caracas contestar a la solicitud formal entregada por Bogotá.

“Es un tema delicado, de interés regional, pero tal y como fue planteado sigue siendo un asunto bilateral entre Venezuela y Colombia

y son esos dos países los que tienen que decidir si tratan el tema en un organismo multilateral y en qué organismo“, afirmó Insulza. ”De lo contrario no hay mucho que nosotros podamos hacer, salvo llamar al diálogo y al entendimiento, como hemos hecho varias veces en los últimos meses“, recalcó.

Por otro lado, Insulza lamentó que los cancilleres no hayan podido alcanzar un acuerdo plasmado en una declaración en la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), pero subrayó que lo importante es que tanto el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, como su homólogo colombiano, Jaime Bermúdez, se hayan sentado a dialogar.

De hecho, Insulza confía en que se produzcan más conversaciones una vez el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, tome posesión, el próximo 7 de agosto. “Seguramente en torno a la toma de posesión del presidente Santos va a haber otros diálogos”, afirmó. “Yo espero que este tema se resuelva” y que ambos países “reanuden el diálogo a la brevedad”, agregó.

Nuevas acusaciones contra Venezuela

Además de ratificar sus primeras acusaciones, Colombia ha vuelto a señalar al presidente de Venezuela, al acusarlo de engañar a su pueblo con el argumento de que Bogotá planea una guerra contra su vecino y reiteró que las supuestas amenazas son falsas.

Las declaraciones se produjeron un día después de que Hugo Chávez anunciara el despliegue de unidades de infantería, fuerza aérea y de operaciones especiales, y confesara que revisa con su equipo planes de guerra para defender la soberanía de su nación en caso de una agresión. A ello se sumó la denuncia de Chávez de que un helicóptero colombiano había violado el jueves su espacio aéreo por cinco minutos.

“Colombia jamás ha pensado en atacar al hermano Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, como lo dice el presidente de ese país, en un claro engaño político a su propia nación”, precisó un comunicado de la Presidencia.

“Colombia ha acudido a los canales del Derecho Internacional y seguirá insistiendo en esos mecanismos para que se adopte un instrumento que haga que el gobierno venezolano cumpla con la obligación de no albergar a terroristas colombianos”, agregó el comunicado de Bogotá.