Ser Bahá’í en Logroño

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Como cualquier otro bahá’í del mundo, Mahshid y Shahab, abren las puertas de su casa sin ningún tipo de prejuicio a todo aquel que quiera acercarse a la Fé Bahá’í, compartir una buena conversación o simplemente participar de sus actividades, alrededor de un excelente té y unos dulces típicos de su país de origen, Irán.

Este matrimonio residente en la capital riojana, pertenece a la Comunidad Bahá’í de Logroño, credo que reúne actualmente a 7 u 8 miembros y cuya sede y casa particular de la pareja, se encuentra en la urbanización 'Las Villas' en la avenida de Madrid. “Tenemos constancia de que fue en 1979 cuando comienza la comunidad Bahá’í en La Rioja, y, hasta hace 10 años llegaron a haber 15 bahá’ís”, apunta Shahab.

Fundado hace siglo y medio, el bahaísmo, también denominado como behaísmo o fe bahá'í, es una religión monoteísta originaria de Oriente Medio y cuyos fieles siguen las enseñanzas de Bahá'u'lláh, su profeta y fundador, y quien proclamó un Nuevo Enviado de Dios.

Para los bahá’ís, Bahá'u'lláh ha sido el más reciente de estos mensajeros, al igual que lo fueron Moisés, Krishna, Buda Gautama, Zoroastro, Jesucristo, Mahoma o El Báb ,y, sus enseñanzas “unos pensamientos muy avanzados aquella época y totalmente aplicables al orden mundial actual” según Mahshid, están orientadas a los nuevos retos morales y espirituales de nuestra época.

Enseñanzas que dejó escritas este moderno profeta y que se resumen en los '12 Principios Básicos de la Fe Bahá'í', entre ellos: la unidad del género humano, la eliminación de toda clase de prejuicios, igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres o la educación universal obligatoria, todos ellos encaminados a la idea profetizada por Bahá'u'lláh de que “La Tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos,” respetando todas las razas y religiones que hay en ella, para llegar a “una sociedad mundial unida y alcanzar un mismo fin: la plenitud moral y la paz”.

La Fe Bahá'í establecida en España desde 1947, tiene presencia en todas las provincias y los bahá'ís de España desarrollan actividades para promocionar el establecimiento de una nueva sociedad basada en la armonía y la unidad del género humano. La enseñanza Bahá'í' prescribe además sus fieles a tomar la iniciativa individual de enseñar esta religión a otras personas. Sin embargo, se prohíbe toda forma de presión psicológica o incentivo material para lograr una conversión, basándose en la profunda creencia de que cada persona tiene el derecho y la responsabilidad de investigar la verdad por sí mismo. “No hay propaganda, ni un proselitismo, ni un interés por dar a conocer esta fé, sólo queremos hacer el bien al prójimo y creemos que la humanidad ha llegado a una madurez de que busque sus inquietudes por sí mismo y los valores que ha de regirse”, dice Mahshid.

Quizá es por ello que la comunidad bahaísta sea tan desconocida en La Rioja, y resulta a nivel global contradictorio, ya que, según el Anuario de la Enciclopedia Británica de 1992, el bahaísmo es la segunda religión más extendida en el mundo entre las religiones independientes, de acuerdo al número de países en que se encuentra representada: está establecida en 247 países y territorios. Los bahaíes provienen de entre más de 2.100 grupos étnicos, raciales y tribales, y totalizan aproximadamente seis millones de fieles en el mundo. Los principales pasajes de las textos sagrados bahaíes se han traducido a 802 idiomas.

La comunidad Bahá’í internacional constituye también un órgano consultivo no gubernamental de la Organización Mundial De las Naciones Unidas (ONU), que no duda en consultarle en temas globales de desarrollo cultural, educacional, desarrollo económico, a los que los bahá’ís intentan ponerle luz y espiritualidad. En temas económicos y ante la crisis actual, mantienen que es debida a una crisis espiritual, y a conductas tan terrenales como la avaricia, según Mahshid “creemos en un equilibrio material-espiritual, si lo económico pesa más que lo espiritual se llega al materialismo, q es lo que hay ahora”.

Organización y Actividades

En la Fe bahá'í no hay clero, ni trabajo pastoral o misionero profesional. Antes bien, Bahá'u'lláh ha proporcionado una estructura para administrar los asuntos de la Fe mediante un sistema de consejos elegidos a nivel local, nacional e internacional. Estos consejos (formados por nueve personas) se conocen como asambleas espirituales locales y nacionales. El consejo internacional es La Casa Universal de Justicia también de nueve miembros y tiene su cede en el Centro Mundial Bahá'í, (foto portada) en Haifa (Israel), declarado en 2003 Patrimonio de la Humanidad.

Los bahá'ís creen que estas asambleas y su método de consulta ofrecen un modelo para el funcionamiento eficaz de una sociedad mundial unida y para el bienestar tanto espiritual como material de los pueblos del mundo. Los bahá'ís que tienen 21 años o más gozan del derecho a votar en las elecciones bahá'ís de su comunidad y de servir como miembros de las instituciones administrativas bahá'ís.

El primer día de cada uno de los 19 meses del calendario bahá'í, los miembros de las comunidades locales se juntan en una reunión llamada “la Fiesta de 19 Días”. En ella dedican un tiempo a la oración y lectura de textos sagrados, luego consultan abiertamente entre todos y finalmente toman algo en un ambiente de camaradería.

Además, según Mahshid en las sedes “se organizan otras actividades como: clases para niños, grupos de adolescentes, encuentros de oración o círculos de estudio” donde jóvenes y adultos se integran en un proceso de aprendizaje participativo para buscar un sentido más profundo a su existencia.

Represión iraní

Desde sus inicios en 1844, la Fe bahá'í ha sufrido una persecución prácticamente ininterrumpida a cargo de las autoridades religiosas y políticas de su país de orígen: Irán. A este respecto Mahshid y Shahab no olvidan sus raíces, pero sí recuerdan con amargura y resignación la tortura de su comunidad, una de las más grandes en aquel país después del islamismo. Según Shahab “no podemos trabajar en ninguna oficina gubernamental y nos niegan el permiso de trabajo necesario para ejercer allí, a,los jubilados les quitaron la jubilación, cierran y confiscan negocios, nos ponen todos los impedimentos posibles a su alcance”. Totalmente controlados y reprimidos son tratados como “ciudadanos de segunda”, pero “no nos escondemos, no negamos nuestra fé”, sentencia el iraní.

Irán y su gobierno dictatorial han sido noticia recientemente en el caso de la corresponsal riojana del diario El país, Ángeles Espinosa, a la que cancelaron su permiso de residencia por, entre otros fines, defender a Sakineh Ashtianí, condenada a lapidación por adulterio. Esta periodista es muy apreciada por el matrimonio de quien dicen es “una magnífica profesional merecedora de un reconocimiento en España” Shahab también reconoce “durante toda mi vida no he visto una información más veraz y correcta, y refleja perfectamente la situación de represión, es evidente que no estamos de acuerdo con temas tan atroces como la lapidación, aunque los bahá’ís no nos manifestamos políticamente”.

Apoyo y solidaridad

Si hay algún rasgo que define a la comunidad bahá’í, es su sentimiento acogedor y abierto a todo el mundo. Así lo siente y manifiesta Diana, la mujer de Ata'ulláh Taefy Kalili, intérprete fallecido en Afganistán junto con los dos miembros de la Guardia Civil, el capitán, José María Galera Córdoba, y el alférez, Abraham Leoncio Bravo Picallo. Diana, de madre iraní, profesa al igual que lo hacía su marido la Fé Bahá’í en la Comunidad de Zaragoza, de 150 miembros y en ella encuentra un apoyo incondicional.

En la comunidad de Logroño es acogida como una más que es y en su seno también ha encontrado consuelo y refugio tras los homenajes que se han hecho en la memoria de su marido y de los que se muestra “muy agradecida a todos los riojanos”.

Con la mirada llena de esperanza y gratitud, recuerda con voz serena la inolvidable figura de “un hombre bueno, con una entrega continua hacia los demás y su familia”. Por su parte Shahab recuerda que en la base en Afganistán “llevó un soplo de alegría y vida a todos los militares, era una persona entusiasta y formó hasta un equipo de fútbol allí para que se distrajeran y animasen”.

Según los principios bahá'ís, el alma del ser humano no termina con la muerte física, sino que sigue progresando en el mundo espiritual. Un espíritu, que sigue vivo en en la familia de Ata'ulláh, en la comunidad bahá’í y en el todos los que tuvieron el placer de conocerle.

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