El líder de las FARC insiste en negociar con el gobierno de Santos

La relación entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) planea entre el enfrentamiento y el posible diálogo de las dos partes. Favorable a mantener unas conversaciones de paz se ha mostrado Alfonso Cano, principal líder de las FARC, quien ha aparecido en un vídeo presentado en Argentina en el que reitera el deseo de la guerrilla de iniciar negociaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos para poner fin a más de cuatro décadas de conflicto.

“Hoy estamos, mañana no estamos, pero otros integrantes del ejército del pueblo tomarán nuestras armas para seguir adelante, independientemente de la situación”, ha advertido Cano. El vídeo fue presentado el miércoles por la ex senadora Piedad Córdoba en el marco del foro Haciendo la paz en Colombia que se celebra en Buenos Aires. El mensaje dura alrededor de 30 minutos, pero se desconoce la fecha en la que habría sido grabado, informaron medios colombianos.

Cano señala que, ante un eventual proceso de diálogo, las FARC exigen que se le otorgue un aval a Córdoba para que acompañe las negociaciones; sin embargo, parece haber dejado de lado la condición de que se libere al ex jefe guerrillero Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, alias Simón Trinidad, extraditado en 2004 a Estados Unidos.

“Lo que estamos planteando hoy al país, hombre, una vez más, es que conversemos”, ha reiterado Cano. Los temas que, según Cano, deberían incluirse en las negociaciones son las bases militares de Estados Unidos en Colombia, el canje humanitario de guerrilleros por secuestrados y la devolución de las tierras que han sido arrebatadas a los campesinos, entre otros.

Por su parte, el presidente Santos ha asegurado que estaban muy cerca del lugar donde estaría refugiado el jefe de las FARC. “Las Fuerzas Militares y el gobierno saben perfectamente en qué área está Cano. Le estamos respirando en la nuca”, anunció el pasado 17 de febrero.

El mandatario colombiano vive un momento de éxito tras sus primeros seis meses de gobierno y parece estar respaldado por el pueblo. Según la última encuesta realizada por Gallup, un 77 % de los ciudadanos valora de forma positiva la gestión Santos, mientras que un 47 % la considera mejor que la de su antecesor en la Presidencia, Álvaro Uribe.

En esta línea, la mayoría de los colombianos creen acertadas las políticas impulsadas por el mandatario. El 79 % respalda la redistribución de regalías, la lucha contra el narcotráfico y su gestión de las relaciones internacionales.

En materia de seguridad, ha ascendido seis puntos el nivel de rechazo a la ofensiva militar contra guerrillas y paramilitares, hasta alcanzar el 31 %. Si bien, sigue teniendo un respaldo mayoritario, hecho que se manifiesta en que el 68 % da su visto bueno a la ley de reparación de víctimas del terrorismo.

2010, un año de violencia

Mientras gobierno y guerrilla se debaten entre seguir con los enfrentamientos o adoptar la vía del diálogo, Naciones Unidas se muestra preocupada por la situación de violencia que vive este país latinoamericano. Así, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, alertó sobre las masacres aumentaron un 40% en Colombia durante 2010.

Las masacres se perpetraron en el contexto de violentas disputas entre bandas criminales conformadas por ex militantes de organizaciones paramilitares desmovilizadas, apunta el estudio publicado por el organismo.

Como ejemplo cita el departamento de Córdoba, en el norte del país, donde se registraron diez masacres en ocho meses. El informe informa sobre asesinatos, amenazas, atentados, extorsiones e intimidaciones a los activistas de las garantías fundamentales y a integrantes de comunidades vulnerables.

Además, informa sobre actos de violencia sexual, sobre todo contra niñas, atribuidos tanto a los grupos armados ilegales como a las fuerzas públicas.

Por otra parte, sostiene que la impunidad sigue siendo uno de los principales problemas del país y continúan las violaciones a los derechos de los pueblos indígenas y de otros grupos en condiciones de debilidad.