Rubalcaba despierta del letargo al PSOE

Rioja2

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El ministro del Interior se encuentra en plena para afrontar lo que resta de legislatura o eso al menos quedó “reflejado” en el Diario de Sesiones (prolongados aplausos) del miércoles 23 de marzo tras su intervención en el Congreso de los Diputados. Habían pasado tres semanas desde la última vez, cuando enfermó y se mantuvo ausente y la oposición le esperaba como agua de mayo para arrojarle el “caso Faisán”.

De lo que no quedó duda fue del animal político que encontró la bancada popular en la Cámara Baja. Recursos no le faltaron a la hora de responder. La primera fue para el PP rescatando un célebre título de álbum de Amaral “Sin ti no soy nada”. El diputado Ignacio Gil Lázaro pedía una vez más su dimisión por el “caso Faisán”, a lo que el vicepresidente primero respondió: “¿Qué haría usted sin mí los miércoles? y ¿qué haría usted los miércoles por la noche, cuando pasea por esas tertulias de extrema derecha glosando las infamias que ha dicho en esta Cámara?” añadiendo “Esmérese un poco, esmérese, pregunte cosas nuevas y cambie sus infamias; son intolerables”.

Previamente, en esa petición de dimisión, Gil Lázaro le incitó a no pensar demasiado en su futurible cargo político por “su prepotencia y su infamia”, calificativos que encendieron sobremanera al vicepresidente Rubalcaba.

Después fue el turno de Rosa Díez

, la ex socialista obsesionada con los límites de velocidad desde que entraron en vigor los 110 km/h el pasado 7 de marzo. Rubalcaba aportó los datos del descenso de accidentes y del consumo a la baja también de la gasolina. La salida de Rubalcaba fue rápida y provocó la risa de los socialistas al reponder a la líder de UPD: “Ese era el titular de algunos medios de la prensa de la derecha, que debe usted leer bastante”.

A continuación, Sáenz de Santamaría le insistió en el “caso Faisán” y en materia económica, de lo que dijo que “sabía mucho y contaba poco”, a lo que respondió el vicepresidente que de economía, la portavoz popular, “regulín”.

No sabían muchos compañeros de fila cómo iba a resultar el regreso del vicepresidente con la insistencia del “caso Faisán” y el PP al acecho desde hacia varias semanas, pero las sonrisas y los sonoros aplausos de unos y las caras largas y dientes afilados de otros dejaron entrever que para los diputados Rubalcaba apuntaba alto.

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