Amnistía Internacional denuncia torturas contra 18 mujeres en Egipto

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Amnistía Internacional (AI) exigió al gobierno de Egipto que castigue a los responsables de torturar y realizar “pruebas de virginidad” a 18 mujeres que fueron detenidas en la plaza Tahrir, en El Cairo, el pasado 9 de marzo.

En un comunicado de prensa, AI refirió que durante la operación del Ejército egipcio para expulsar a los manifestantes de la plaza al menos 18 mujeres fueron puestas bajo custodia militar.

De acuerdo con testimonios de las mujeres retenidas, ellas fueron llevadas inicialmente a un anexo del Museo de El Cairo, donde las esposaron, las golpearon con palos y mangueras, les aplicaron descargas eléctricas y fueron sometidas a registros corporales sin ropa, siendo fotografiadas por soldados.

Luego fueron obligadas a “pruebas de virginidad” bajo la amenaza de que las que no fueran vírgenes serían acusadas de prostitución.

“Obligar a las mujeres a someterse a ‘pruebas de virginidad’ es absolutamente inaceptable. Su finalidad es degradar a las mujeres por el hecho de serlo”, y es una forma de tortura cuando se realiza por la fuerza o bajo coacción, manifestó AI.

Incluso, advirtió la organización humanitaria, “las mujeres y las niñas deben poder expresar sus opiniones sobre el futuro de Egipto y manifestarse contra el gobierno sin ser detenidas, torturadas o sometidas a un trato profundamente degradante y discriminatorio”.

La periodista Rasha Azeb, quien fue una de las detenidas en la plaza, manifestó a AI que ella fue esposada, golpeada e insultada y que fue testigo de cómo torturaban a otras detenidas con descargas eléctricas en el museo.

Azeb quedó en libertad varias horas después, junto con otros cuatro hombres que también eran periodistas, pero las otras 17 mujeres fueron trasladadas a la prisión militar de Heikstep.

Las 17 mujeres comparecieron ante un tribunal militar el 11 de marzo y quedaron en libertad dos días después. Varias de ellas fueron condenadas a penas condicionales de un año de prisión.

AI pidió al gobierno egipcio que respete y no castigue a las mujeres que participen en los movimientos de cambio de su país, y que las que denuncien abusos sean protegidas para que no sufran represalias.

Asimismo pidió que los responsables de actos de tortura, malos tratos y de “pruebas de virginidad” comparezcan ante las autoridades competentes para que no exista impunidad en estos casos.

AI se opuso a que se juzgue a civiles en tribunales militares egipcios, ya que explicó que estos realizan juicios injustos, que restringen severamente el derecho de apelación.

Acusaciones de las asociaciones de la sociedad civil

Amal Abdel Hadi, jefa de la Nueva Fundación de Mujeres, dijo que la policía y las fuerzas de seguridad egipcias tenían una larga historia de maltrato físico e intimidación a detenidos: “Es la primera vez que oímos de exámenes forzados de virginidad, pero humillar a las mujeres violentando su cuerpo es una vieja práctica”.

“No es inusual que la policía o los oficiales de seguridad detengan a una mujer y la obliguen a desnudarse porque su esposo ha sido atrapado robando o es sospechoso de terrorismo”, añadió.

Amal Abdel Hadi explicó que la humillación sexual es una forma perturbadora y efectiva de tortura psicológica. Fue empleada por el personal de la infame prisión militar estadounidense en Abu Ghraib, Iraq, dejando profundas huellas en las víctimas y en la opinión pública mundial.

Las manifestantes mujeres detenidas el día 9 de este mes dijeron que los soldados les ataron las manos y les vendaron los ojos para golpearlas y herirlas con choques eléctricos. Al menos seis fueron obligadas a someterse al examen, en el que un médico del ejército les inspeccionaba la vagina para constatar que estuviera intacto el himen.

“Obligar a las mujeres a desnudarse y someterlas a exámenes de virginidad es muy insultante, y el impacto de esta acción puede ser profundo”, señaló la psicóloga Mona Hamed, del Centro El-Nadim para la Rehabilitación de Víctimas de la Violencia.

En la conservadora sociedad egipcia, se espera que las jóvenes mantengan su virginidad hasta el matrimonio. El estigma social que sufren aquellas que se desnudan en público o tienen sexo prematrimonial muchas veces las lleva al suicidio, o es motivo suficiente para ser víctimas de un “asesinato de honor” por parte de su propia familia.

Hamed, quien entrevistó a varios manifestantes detenidos el 9 de este mes, dijo que las mujeres con las que habló le contaron que los médicos del ejército permitieron que soldados las observaran y les sacaran fotografías mientras eran examinadas. Temen que su reputación sea destruida si las fotos son difundidas.

La mayoría de las mujeres detenidas fueron juzgadas en un tribunal militar el 11 de este mes y liberadas dos días después. Algunas recibieron sentencias de un año de prisión por mala conducta, destrucción de propiedad pública, obstrucción del tráfico y portación de armas.

La tortura y la humillación que sufrieron estas mujeres fueron un “fuerte mensaje” a la comunidad de que el disenso no sería tolerado, concluyó Hamed.

“Un padre puede aceptar que su hija asista a una protesta, incluso bajo riesgo de resultar herida, pero nunca aceptaría que fuera si hay riesgo de que sea acosada sexualmente, violada o humillada”, explicó.

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