Reformas democráticas, pero con Gadafi en el poder

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La tercera ciudad más poblada de Libia, Misrata, volvió a sufrir los bombardeos de las fuerzas gadafistas a lo largo del lunes, una jornada en la que no cesaron los ataques que ya han matado o herido a centenares de personas.

Sin embargo, Misrata sigue bajo el mando rebelde, que resiste en la ciudad a pesar del escaso abastecimiento y las infraestructuras mermadas, ya que a pesar de tratarse de la tercera ciudad libia apenas cuenta con un hospital en condiciones. Sus médicos se han visto obligados a atender a los heridos en clínicas improvisadas.

La mayor parte de los ataques de Gadafi aún no se repelen en Misrata aunque cuente con el apoyo de la ONU, que está centrada en otras áreas del país. Por eso, los rebeldes insistían al comienzo de la semana en que la única salida posible, de momento, es derrocar a Gadafi, que es “una auténtica amenaza contra los civiles”. El bando gadafista niega este argumento y declaran que son bandas armadas relacionadas con Al Qaeda las responsables de estos ataques.

Así las cosas, dos hijos de Gadafi promueven un plan de transición democrática. Saif al Islam Gadafi, así lo ha declarado a “The New York Times”. Su padre, de 68 años y con cuatro décadas de poder a sus espaldas, no está por la labor de apoyar esta iniciativa o no del todo. Podría estar dispuesto a negociar pero bajo condiciones tales como no abandonar el poder (aunque fuera con carácter simbólico ni tampoco dejar Libia).

Los hijos de Gadafi se han convertido en improvisados jefes de la diplomacia libia tras la deserción a finales de la semana pasada de Musa Kusa. Sin embargo, entre los siete vástagos hay claras diferencias. Mientras Saif al Islam y Saadi se muestran favorables a una apertura democrática, Jamis y Mutuassim se alinean con su padre en mantener una postura ferrea de resistencia.

Por su parte, y tras dos semanas sin dar señales de vida, Muamar Gadafi ha vuelto a escena y lo ha hecho desde su complejo residencial de Bab al Aziziya jaleado por decenas de simpatizantes y cantando victoria. Acto seguido su portavoz, Mussa Ibrahim declaró que habrá elecciones y transición, pero con Gadafi a la cabeza insistiendo en que será “el pueblo y no la comunidad internacional” el que decida los designios libios.

El portavoz de Gadafi habló anoche de que aceptarán “cualquier cambio” como “una constitución, elecciones, cualquier cosa”, pero “con el líder” a la cabeza de todo proceso, porque es “nuestra convicción”.

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