Los rebeldes libios acusan a la OTAN de dejar morir gente

Los rebeldes libios se encuentran en una situación de punto muerto desde hace casi dos semanas en un pulso tenso con los afines a Muama Gadafi en las principales ciudades del país. La necesidad de avanzar en su lucha contra el régimen del mandatario está llevando a muchos dentro de las filas rebeldes a la desesperación.

Algunos de esos insurgentes acusan a la OTAN de dejar actuar a Gadafi y no colaborar o no ofrecer toda la ayuda necesaria para derrocar a las tropas gadafistas. Incluso han llegado a acusar a la Alianza de dejar morir civiles en algunas ciudades, como Misrata, la tercera del país.

De hecho, ahora mismo, el único enclave estratégico que controlan las fuerzas rebeldes es Bengasi, convertido en su bastión desde que se iniciara la lucha contra Gadafi. El jefe de las tropas sublevadas, Abdelfatah Yunes, ha declarado que se sienten “decepcionados” por la misión de la OTAN. Ahora bien, las fuerzas militares aliadas opinan de forma distinta y aseguran que gracias a su presencia desde el pasado 27 de marzo han conseguido mermar “en un 30% la fuerza militar de Gadafi”.

La situación que se vive en Misrata en estos últimos días es la que está enfrentando las posiciones de la OTAN y del líder de los rebeldes libios, que considera que en esta ciudad están dejando “morir gente cada día”. Yunes ha llegado a decir que las tropas de la OTAN “no trabajan adecuadamente” y que si no reculan “solicitaremos al Consejo de Seguridad que suspenda su trabajo”. Estas declaraciones fueron hechas desde Bengasi por el líder de los rebeldes, para quien la OTAN “se mueve muy despacio” lo que está permitiendo “avanzar a las fuerzas de Gadafi”.