Condena a tres etarras del comando 'Vizcaya' a 22, 16 y 14 años de cárcel

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La Audiencia Nacional (AN) ha condenado a tres etarras del 'comando Vizcaya' a 22, 16 y 14 años de cárcel por formar parte de la banda, guardar armas y explosivos y falsificación, aunque han sido absueltos del delito de intento de secuestro al edil del PSE Benjamin Atuxta, porque finalmente no lo llevaron a cabo.

Los terroristas también se han visto libres de la acusación de conspiración para matar al juez de la AN Fernando Grande-Marlaska, que finalmente retiró el fiscal, a pesar de que le estuvieron siguiendo durante un verano.

La Audiencia Nacional ha condenado a los etarras Arkaitz Goikoetxea Basabe, 'Dulantzi', Aitor Cotano, 'Rumano' e Íñigo Gutiérrez, a 22, 16 14 años de cárcel, respectivamente, por integración en organización terrorista, depósito de explosivos y tenencia de armas, a los que se suma el de falsificación en el caso de Goikoetxea.

Además de estas condenas, el tribunal impone siete años de prisión a la novia de Goikoetxea, Maialen Zuazo y cinco años a Ana Isabel Prieto por un delito de colaboración con banda armada, y absuelve por falta de pruebas a Gaikza Jareño y Adur Aristegui de todos los cargos que le imputa el Ministerio Fiscal. Otra decisión que los jueces han tomado ha sido desestimar las denuncias de torturas que realizaron los condenados.

El fiscal Vicente González-Mota pedía penas que oscilaban entre los 8 y los 49 años de cárcel para los presuntos miembros y colaboradores del 'comando Vizcaya', aunque retiró la acusación de conspiración para cometer el asesinato del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.

La sentencia de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, de la que ha sido ponente la magistrada Manuela Fernández de Prado, les absuelve del secuestro y asesinato del edil del PSE.

El texto explica que, aunque los miembros del 'comando' se hicieron con tranquilizantes para sedar a su víctima y pensaron en “preparar un agujero” en un monte de Pazuengos (La Rioja), finalmente “no consta que llegaran a construir el zulo”. En sus declaraciones, los terroristas han explicado que se echaron atrás cuando comprobaron que en esa época el concejal “iba siempre con escoltas”.

El hecho de que los etarras “abandonaran el plan” porque lo consideraron “inviable” hace valorar al tribunal que existió “un desestimiento de la actividad delictiva planificada, sin lesionar aún el objeto de protección, por lo que estos hechos no pueden considerarse constitutivos de la tentativa de delito de detención ilegal y asesinato”.

Pero sí han sido condenados por formar parte de ETA y tener armas. Los magistrados Manuela Fernández de Prado, Javier Martínez Lázaro y Nicolás Poveda consideran probado, no obstante, que Goikoetxea, Gutiérrez y Cotano integraban un 'comando' denominado 'Askatasun Haizea' (Viento de Libertad) que contaba con armas, explosivos y tres zulos en las localidades de Pazuengos y Valgañón (La Rioja) y Getxo (Vizcaya).

SIGUIERON A GRANDE-MARLASKA A SU LUGAR DE VERANEO

Los tres se trasladaron hasta la localidad riojana de Ezcaray, donde Jareño contaba con una casa de su familia, para tratar de obtener información sobre el magistrado Fernando Grande-Marlaska, que veraneaba en la localidad. Además, realizaron vigilancias al edil del PSE, comprobaron que no disponía de escoltas y le siguieron en varias ocasiones hasta el instituto en el que trabajaba como profesor.

Además, Cotano recogió informaciones sobre potenciales objetivos, entre los que se encontraba el diputado 'popular' Ramón Rabanera, una casa del pueblo del PSE, comisarías de la Ertzaintza, la sede del PP en Getxo y los juzgados de la localidad vizcaína de Balmaseda.

Sobre la novia de Goikoetxea, Maialen Zuazo, el tribunal destaca que su colaboración con la banda “se prolongó en el tiempo y tuvo mayor relevancia” que la de Ana Isabel Prieto, compañera de piso de ésta. En varias ocasiones, le trasladó en coche en varias ocasiones y le ocultó en su domicilio. En cuanto a la absolución de Aristegui y Jareño responde, según la argumentación del tribunal, a que no se ha podido demostrar que “realizasen labores de apoyo o colaborasen” con los miembros del 'comando', ni que en el caso del primero hubiera entregado su pasaporte a uno de ellos.

En la última jornada del juicio, que tuvo lugar el pasado 13 de abril, Goikoetxea aprovechó su turno de última palabra reclamar “un proceso democrático que dé la palabra al pueblo vasco”.

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