24 horas para decidir el futuro de Bildu

Bildu se decidió y, como era de esperar, presentó un nuevo recurso esta vez ante el Tribunal Constitucional. Es el último cartucho que le queda por quemar a la coalición para obtener el visto bueno y concurrir a las elecciones municipales y autonómicas del próximo 22 de mayo. En el plano de las alegaciones, Bildu sostiene que con la impugnación de las candidaturas que había presentado se vulneran sus derechos a participar en asuntos públicos, a acceder a los cargos en condiciones de igualdad así como las libertades ideológicas, de expresión y de asociación.

Pero, Bildu va a plantar batalla al Alto Tribunal porque la pasada noche, y de forma inesperada, presentó una recusación contra Francisco Hernando, magistrado de la Sala Segunda del TC. La razón es que éste fue presidente del Supremo entre 2001 y 2008, fechas en las que en calidad de su cargo anuló todos los proyectos políticos de la izquierda abertzale. Bildu ha alegado en su recusación, por tanto, que Hernando esconde un “interés” en rechazar nuevamente las listas, como ya hizo en su día con Batasuna, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok.

Así pues a lo largo del día queda por ver si el recurso de inconstitucionalidad se avoca Pleno, que fácilmente podría ser dado que es probable que se repita de nuevo el empate a votos entre los tres magistrados conservadores y los tres progresistas, por lo que su presidente Eugeny Gay daría paso al Pleno. Lo que sucede ahora es que con la recusación de Hernando la Sala Segunda del Tribunal quedaría descompensada dado que ya no existiría un equilibrio de fuerzas progresistas y conservadoras: tres y tres. Bildu forzaría así directamente la asunción de la decisión al Pleno, convocado igualmente para estudiar la recusación de Francisco Hernando.

Con ello, la coalición electoral ve más posibilidades de seguir su andadura al 22M, porque sabe que de los 11 magistrados del Pleno, siete de ellos son del sector progresista frente al resto, cuatro, que son conservadores. De este modo, si Hernando queda fuera, la Sala Segunda podría votar tres contra dos a favor de Bildu y abrirle paso a su carrera electoral. De lo contrario, el Pleno siempre tendrá mayoría progresista, que en principio favorecería a la coalición.

Eugeny Gay, por su parte, no decidirá la avocación a Pleno hasta que todas las posiciones de Abogacía y Fiscalía sean conocidas. Y para ello el plazo terminaba a las diez de la mañana del jueves. Pero, tanto uno como otro trabajaban ya desde la madrugada para solucionar el asunto de la recusación y avocar a Pleno, máxime cuando Eugeny Gay parece favorable ante la envergadura del asunto a no hacer uso de su voto de calidad como presidente del Alto Tribunal dejando a los once magistrados la decisión final.