Banderazos y pitadas

La nueva alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha dedicado los “banderazos” de San Bernabé a los logroñeses que tienen alguna enfermedad y a los que sufren la crisis económica, a los que ha expresado su solidaridad, para que, “entre todos, les apoyemos en estos momentos difíciles”.

Este ha sido el primer acto oficial de Gamarra, que ha estado marcado por los miembros del movimiento 15-M en la procesión de las fiestas de San Bernabé. Ésta conmemora la victoria de los ciudadanos de Logroño contra los franceses en 1521, y ha partido a mediodía de la concatedral de La Redonda, con una comitiva encabezada por la alcaldesa, con la bandera de la ciudad, acompañad

a por el resto de la Corporación.

Multitud de indignados estaban esperando a las puertas de la Catedral de La Redonda, donde han coreado voces de protesta como “no nos representan”, “Gamarra tranquila, el pueblo te vigila”, “Lo llaman democracia y no lo es”, “El pueblo unido, jamás será vencido” y han portado diferentes pancartas.

Cuando la nueva Corporación salía del Templo, los gritos se han intensificado; pero se han ido mezclando con personas que presenciaban la procesión y que han gritado “fuera los del 15-M”, “Viva la alcaldesa” apoyando al Ayuntamiento recién formado.

Escoltados por los gigantes y cabezudos, las imágenes de San Bernabé y de la virgen de la Esperanza, patrona de Logroño, han recorrido las calles del Casco Antiguo, donde se han congregado cientos de ciudadanos bajo un fuerte sol.

El primer “banderazo”, con el que Gamarra enarbola la enseña de la ciudad como símbolo de dominio, ha sido bajo el arco de San Bernabé, en el principio de la calle Portales.

La alcaldesa ha dedicado este acto a todos los logroñeses, y, en especial, ha dicho: a “Hugo, Mario y David”, nacidos hoy en la capital riojana, porque “sois el futuro y vais a tener a esta Corporación a vuestro servicio”.

Cuando la Comitiva ha llegado al Hospital Provincial, se ha ofrecido a San Bernabé y han continuado a Marqués de San Nicolás, hasta el cruce con Mercaderes, en la esquina conocida como “Cuatro cantones”, donde se construye el futuro Centro de la Cultura del “Rioja”.

Allí, Gamarra ha ondeado el segundo banderazo tras pronunciar estas palabras: “logroñeses, logroñesas, desde el corazón de la ciudad y mi corazón. Tenemos dificultades y lo sabemos, pero tenemos mucho futuro. Por los retos, las oportunidades y para que, juntos, saquemos la ciudad adelante”.

Entre los aplausos del público, que le han transmitido palabras de ánimo en su nueva etapa como alcaldesa, la procesión municipal ha continuado por la calle Mayor hasta la plaza del Parlamento.

En presencia de las imágenes de San Bernabé y la Virgen de la Esperanza, y de las autoridades regionales y locales, el obispo de la Diócesis riojana, Juan José Omella, ha bendecido el pan, el pez y el vino.

En la puerta del Revellín, la alcaldesa ha rememorado el pan y el vino como “símbolos de solidaridad y fraternidad”, presentes en este tercer banderazo, que ha dedicado a “aquellos que tienen alguna enfermedad, que están sufriendo, y a los que están sufriendo la crisis económica, para que, entre todos, les ayudemos”. “Por ellos. ¡Viva San Bernabé!”, ha concluido.