Condenada a 5 años de cárcel la etarra Itxaso Legorburu

0

El Tribunal Correccional de París condenó hoy a cinco años de cárcel a la etarra Itxaso Legorburu por su vinculación con el aparato militar de ETA cuando fue arrestada el 15 de abril de 2009 en Mézières-en-Brenne, en el centro de Francia.

El tribunal, que consideró a Legorburu Medinabeitia (30 años) culpable de los nueve cargos por los que fue juzgada (incluidos los de pertenencia a organización terrorista o tenencia de armas y explosivos), ordenó su expulsión definitiva de Francia al término de su pena en este país.

La sentencia fue inferior a los seis años solicitados por el fiscal, Jean-Julien Xavier-Rolai, que puso el acento en la “importancia” de la acusada “en el seno del aparato político de ETA” por la relación directa que mantenía con alguno de sus principales componentes, y en particular con el que se consideraba jefe militar de la organización, Jurdan Martitegi.

Xavier-Rolai precisó a ese respecto que Martitegi era el hombre que se encontraba con ella cerca de una armería, que supuestamente estaban vigilando el día que en ella fue capturada, y recordó que ambos tenían en sus respectivas agendas la misma cita cuatro días después a las nueve de la noche.

Una cita a la que ninguno pudo acudir puesto que Martitegi fue capturado a su vez el 18 de abril de ese año también en Francia. El representante del Ministerio Público también destacó que las relaciones de Legorburu dentro de la banda, así como los explosivos y la documentación que llevaba encima al ser arrestada (en particular cuatro lápices de memoria) “demuestran que su peligrosidad es cierta” y también que después de haber tenido diversas responsabilidades en Batasuna “alcanzó las cimas del aparato militar de ETA”.

A juicio de Xavier-Rolai, esta mujer que hoy se negó a contestar a todas las preguntas del tribunal salvo para confirmar su pertenencia a ETA, durante el tiempo que colaboró con la organización terrorista “mostró gran determinación”, a falta de “competencia”.

La abogada de la defensa, Amaia Recarte, se esforzó por poner en evidencia este último punto al insistir en que su cliente al ser detenida “acababa de entrar muy recientemente” en la banda, y en concreto llevaba “cuatro meses de clandestinidad”.

El “amateurismo” que demostró en las circunstancias de su arresto (despertó sospechas repetidas en los dueños de la armería de Mézières-en-Brenne que alertaron a la Gendarmería) dejaban claro, según Recarte, que Legorburu “era una recién llegada que estaba en fase de aprendizaje” en la banda terrorista.

Y su presencia junto a Martitegui -añadió la letrada- se explica porque mantenía con él “una relación sentimental”, como ha venido a confirmar el contenido de las cartas que se envían en prisión.

Legorburu, que se había casado en 2008 con el etarra Mikel Larrañaga Altuna cuando éste todavía estaba en prisión en Francia y ella en libertad, desde que encarcelada intercambia correspondencia con Martitegi y un extracto de una de esas misivas intervenidas, que data de 2009, fue leída hoy en la audiencia por el presidente del tribunal.

En ella Martitegi, tras jactarse de varios atentados, terminaba con un “sin pentrita no habrá paz”.

En los cuatro lápices de memoria que llevaba en el coche que conducía Legorburu en Mézières-en-Brenne había documentación sobre explosivos, armamento, seguridad, organigramas de los ministerios del Interior y de Defensa de España, así como una serie de fotos-pista para llegar a un escondite que ETA tenía en las proximidades de Poitiers.

Etiquetas
stats