El acusado de intentar asesinar a su exmujer acepta los 12 años de pena

EFE

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El acusado de apuñalar a su exmujer en un portal de capital riojana ha aceptado una pena de doce años de cárcel por los delitos de intento de asesinato y coacciones leves, durante el juicio que se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de Logroño.

En la vista también se ha condenado a J.M.S.R. a pagar una indemnización de 24.295 euros a su expareja y otros 11.240 euros al Servicio Riojano de Salud por los gastos de asistencia médica.

La Fiscalía ha rebajado su petición de pena inicial de quince a doce años, a la que se han adherido la acusación particular, la asociación Clara Campoamor -como acusación popular- y el letrado del Servicio Riojano de Salud.

Así, el delito de coacciones se ha rebajado de tres a un año -al pasar de graves a leves- y el de intento de asesinato se ha reducido de doce a once años, en relación al escrito de acusación inicial.

En ambos delitos concurre la circunstancia agravante de parentesco, ya que cuando ocurrió el apuñalamiento se encontraban separados, pero no divorciados.

Según ha constatado la fiscal, ha quedado demostrado que J.M.S.R. intentó matar a su exmujer, porque “hay alevosía, sorpresa y un ataque con un cuchillo”.

El acusado, que está en prisión preventiva desde que sucedieron los hechos en agosto de 2010, no podrá beneficiarse de derechos penitenciarios hasta que haya cumplido la mitad de la condena.

Además, tampoco podrá comunicarse ni acercarse a menos de 300 metros de su exesposa durante un período 20 años.

La pareja, que mantuvo una relación sentimental durante siete años y se casó en 2007, vivía en Nájera con los dos hijos de ella, sin que tuviera descendencia propia.

En junio de 2010, la mujer decidió separarse y se trasladó a vivir a una casa de acogida, mientas su exmarido comenzó a llamarle por teléfono para pedirle que volviese con él, según ha reconocido el acusado.

Semanas después, en un par de ocasiones, la siguió hasta lugares públicos, donde la insultó y amenazó.

El 13 de agosto de 2010, el procesado la esperó escondido en las inmediaciones del portal de la casa en la que sabía que ella trabajaba, en avenida de la Paz en Logroño, armado con un cuchillo de monte de 15 centímetros de hoja y una navaja de ocho centímetros.

Cuando la vio entrar en el portal, se coló detrás, se abalanzó sobre ella y comenzó a apuñalarla.

Los gritos de una testigo alertaron a un policía nacional fuera de servicio que pasaba por allí, quien tras romper el cristal del portal, entró dentro y logró reducir al presunto agresor.

La mujer sufrió lesiones en órganos como el pulmón, el riñón, el corazón y los vasos sanguíneos principales, que le causaron un riesgo vital evitado por la rápida intervención de los servicios sanitarios.

También tenía cortes en el cuello, el pecho y la mano, que le obligaron a estar hospitalizada durante trece días y le dejaron diversas cicatrices.

El procesado también tendrá que pagar a la comunidad de propietarios donde se produjo el apuñalamiento los gastos del cristal roto.

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