Cuevas respondió a Ruz con un “no sé” o “no lo recuerdo” en más de cien ocasiones

Cuevas respondió a Ruz con un "no sé" o "no lo recuerdo" en más de cien ocasiones

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Ya se conocen los datos concretos de la amnesia que los dos dirigentes del PP riojano, Carlos Cuevas y Ana Elvira Martínez, sufrieron el pasado día 5 de febrero en la Audiencia Nacional ante el juez Ruz. Más de doscientas respuestas evasivas dieron entre ambos, que terminaron por hacerles caer en algunas contradicciones y evidencias. “Parece que se puede refrescar su memoria”, le dijo el magistrado al número dos de los populares en la región. Cuevas contestó 61 veces con un “no lo recuerdo”, 34 con un “no lo sé” y trece con un “no me consta”. La gerente superó los “no lo recuerdo” de su compañero, con 72, no así los “no lo sé”, ya que se quedó en la tampoco desdeñable cifra de 32.

La transcripción de las declaraciones de Cuevas y Martínez confirma que la decisión de la compra de la sede se tomó en el Comité Ejecutivo del PP de La Rioja, celebrado el 27 de marzo de 2008, en el que el presidente Pedro Sanz explicó que el contrato en vigor de alquiler de su anterior local expiraba en 2009, por lo que se iba a adquirir un inmueble a Iberdrola por valor de 800.000 euros, aunque se solicitaría un préstamos por 900.000 para hacer frente a impuestos y gastos derivados de la compra. En aquel momento Sanz ya habló de que habría una ayuda de la sede nacional, así como recursos del partido y donativos de los afiliados para costearlo.

Pese a contar con esa ayuda, en una operación que ronda los 1,5 millones de euros, ninguno de los dos dirigentes populares conoce ni quién la pidió, ni cómo, ni con quién se habló, ni la cantidad que el PP nacional iba a aportar en un principio, ni si había alguna condición a la hora de realizar la compra o de financiarla. Nada de nada. Uno de los letrados preguntó a Cuevas “si conocía esa decisión de que la aportación del Partido Popular nacional iba a ser de 200.000 euros” y éste le contestó que no, que la conoció por el extracto.

Lo curioso del caso es que no había ningún 'plan B'. Es decir, que no había una previsión de tesorería de ningún tipo para hacer frente a los desembolsos económicos, hubiera o no hubiera ayuda económica de Génova. Ana Elvira Martínez también reconoció al juez que sus conocimientos y formación en materia contable eran escasos, que se reducían a los que había ido aprendiendo por el uso diario y cotidiano, y que no estaba asistida en estas tareas por ninguna otra persona.

Otro de los puntos de mayor conflicto, sobre todo en la declaración de Carlos Cuevas, fue la negociación de los préstamos con el Banco Santander. Ruz acabó apercibiendo al secretario general del PP riojano y recordándole que estaba bajo juramento. “Ha dado usted algún detalle de la negociación de ese préstamo al ser preguntado por una de las acusaciones en cuanto a que se les otorgan 900.000 euros y no 800.000, ha manifestado usted que eso conllevaba que el euríbor más algo hubiera sido un poco elevado y que por lo tanto los intereses que se les estaban dando eran un poco perjudiciales, incluso, si se comparaban con los de mercado. Entiendo que todo eso, o al menos es lo que yo cobijo de una forma racional, evidencia un previo conocimiento de esas negociaciones”, le dijo.

En cuanto al arquitecto que diseñó el proyecto de reforma, Javier Arizcuren, que señaló que sólo facturó 1.050,98 euros para ayudar, en la medida de sus posibilidades, a un partido político con el que se siente identificado, Carlos Cuevas y Ana Elvira Martínez negaron conocerle, o al menos recordar su nombre. A la pregunta de un letrado sobre si habría una minuta de sus honorarios, desconocidos salvo para el PP y el propio arquitecto hasta hace un par de semanas, el número dos del partido respondió simplemente con un “claro, claro”.

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