Cuatro décadas entre cuerdas

La vibración de las cuerdas, la música, el movimiento, la madera como caja de resonancia. El plectro es eso y mucho más. Un estilo de música, un sentimiento y, sin duda, un gran desconocido entre el gran público. En La Rioja tiene nombre propio, el de 'La Orden de la Terraza'. Una orquesta que arrancó su andadura allá por el año 1974 en Nájera. Poco podían imaginar sus fundadores que su modesta formación recorrería el mundo entero y se convertiría en el gran referente internacional que es hoy.

Su centro de operaciones se sigue ubicando en un pequeño local najerino, sin embargo, sus horizontes se extienden mucho más allá. En la actualidad, unos cuarenta músicos componen la orquesta, algunos veteranos, otros, jóvenes promesas de apenas 14 años. Pero todos con la misma pasión por una música que sorprende a quien la escucha.

Han recorrido prácticamente todos los países de Europa, sus conciertos han llegado también a Rusia, Canadá, Colombia o Japón. París será su próximo destino. Poco tiene ahora de modesta esta orquesta que se codea con los máximos exponentes de plectro internacional en festivales del mundo entero.

Pero este fin de semana toca celebrar en casa. La orquesta cumple cuarenta años y ha querido hacerlo con un emotivo concierto que se celebrará este sábado día 13 en el Monasterio de Santa María la Real de Nájera. La entrada es gratuita y las emociones están aseguradas.

A la cita asistirán todos los músicos que han formado parte de la orquesta a lo largo de estas cuatro décadas. Algunos de ello se subirán incluso al escenario para interpretar una obra junto con la orquesta. Un total de sesenta músicos harán vibrar sus cuerdas siguiendo una partitura que, sin duda, forma también parte de la historia de 'La Orden'.

Se trata de 'La canción del otoño japonés' del mandolinista y compositor japonés Yasuo Kuwahara. La relación con el genio nipón, fallecido en el año 2003, ha llevado a la formación riojana en numerosas ocasiones hasta Japón. También él visitó La Rioja y llegó a componer obras inspiradas en esta tierra. Para los músicos riojanos, Kuwahara es un amigo, un maestro, una parte de su orquesta.

“Quisimos interpretar todos juntos esta pieza que nos une”, relata el director de la orquesta, Carlos Blanco, “invitamos a los antiguos compañeros y nos ha sorprendido que muchos de ellos se han animado a subirse con nosotros al escenario, incluso después de muchos años, han vuelto a sacar sus instrumentos y a ensayar hasta hacerse callos en las manos”.

Blanco quiere además aprovechar la ocasión para invitar al público a acercarse al plectro. “Hay gente que piensa en repertorios caducos y cuando nos escucha por primera vez se sorprende”, asegura.

Y después del sábado, a seguir trabajando. “Estos cuarenta años nos han dejado muchos logros como el estreno de grandes obras originales para plectro o los repertorios que llegan incluso a marcar las directrices de otras formaciones”, señala el director de 'La Orden', “pero queda también mucho por hacer ya que ahora tenemos muchos músicos profesionales, con conocimientos y estudios de música, por lo que se puede exigir más a la gente”.

La familia de la bandurria, las guitarras y los bajos llenarán con su sonido vibrante los muros del monasterio. Se marcará así un capítulo más en la nutrida historia de esta orquesta, dispuesta a escribir muchos renglones más.