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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Debut amargo del Casalarreina

Debut amargo del Casalarreina

Rioja2

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Confianza, trabajo y mentalidad positiva. Desde el inicio liguero el Casalarreina ha estado ahí abajo, en el pozo de la clasificación. Con pocas alegrías, las justas, el cuadro riojalteño ya asumía que su debut en Tercera iba a ser complicado, un camino repleto de sinsabores, con muchos obstáculos y con gran cantidad de marcadores adversos. Pero aunque se intuya, es duro asimilarlo para una plantilla inexperta en la categoría y que ha sufrido pocas variaciones respecto al bloque que logró el ascenso hace unos meses. Por lo tanto, esa ilusión del debutante ha ido virando a la resignación. Sin embargo, no todo está perdido y su entrenador, José Marí Alonso, señala que “mientras las matemáticas no digan lo contrario, vamos a pelear hasta el final”. Difícil recuperar los 11 puntos que les separan de la permanencia cuando hasta la fecha sólo han sumado 7.

“Somos cabezones y no nos vamos a dar por perdidos. Que nos cuesta, pues claro, pero seguimos trabajando para obtener resultados; no podemos bajar los brazos”. Además, alimenta esperanzas porque en El Soto tiene que recibir a cinco de los equipos que pelean por lograr la salvación: Balsamaiso, Tedeón, River Ebro, Villegas y Ciudad de Alfaro. “Nuestro objetivo pasa por ganar partidos, puede parecer algo menor, pero es lo que hay”, relata el preparador de los riojalteños. “Le debemos un triunfo a la afición que viene aquí y estoy convencido de que lo vamos a conseguir”. Colista de Tercera con 7 puntos (1 victoria a domicilio en La Ribera, 0-1, y 4 empates sumados en casa: Vianés, 2-2-; Arnedo, 0-0; Agoncillo, 1-1; y Oyonesa, 1-1) y con una diferencia de goles abismal (10-77) el Casalarreina trata de recompensar a los suyos en este último tercio del campeonato.

Falta de experiencia

“El vestuario está muy unido y estoy contento con los jugadores porque están trabajando bien. Hay que quedarse con esas cosas. Que luego llega el partido y pierdes, pero si al menos competimos y tenemos nuestras opciones es para estar satisfecho con la entrega de los chavales”, comenta José Mari Alonso. En esta línea, indica que “en casa, salvo los equipos de arriba, hemos tenido nuestras opciones y podido puntuar; eso es lo importante, ver que se puede sumar”. De hecho, uno de los puntos fuertes del Casalarreina podía ser el respeto que da jugar en El Soto, un campo de reducidas dimensiones que exige un fútbol más directo y una mayor concentración.

Sin embargo, “en este campo, aunque juegues mal, haces ocasiones” porque de un despeje puede llegar un gol y “nosotros estamos pagando la falta de experiencia en en Tercera y que nuestra plantilla es la que es. Nos despistamos con facilidad y eso se paga. Sin embargo, ya sabíamos que podía ocurrir. No nos volvimos locos y consideramos que debíamos premiar a los que lograron el ascenso”. Además, “esta campaña la calidad arriba se nota. Todos los equipos tienen un goleador que marca más de 12 goles y eso nos mata porque nos cuesta mucho anotar. Puede que lo hagas bien, que tengas ocasiones, pero si estás negado... es complicado. Dependemos, demasiado, de que Mikel -ha marcado 6 de los 10 goles que lleva el equipo- esté inspirado”. Por si fuera poco, “atrás tampoco andamos muy solventes, cometemos fallos de concentración que nos rompen. Fuera sufrimos en campos más grandes, nos cuesta, y el físico también se nota en la recta final de los encuentros”. Aun con todas estas limitaciones, confía en su grupo para “ganar partidos en casa y quien sabe si poder engancharnos”.

El Casalarreina no desfallece en su intento y continuará fajándose hasta el final en busca de resultados positivos. Además, el club está teniendo tirón en la localidad y eso es importante. “Cuando ganamos la Copa Federación de Regional la gente se enganchó y después de la gran temporada pasada, con el ascenso, todo ha ido a más. Ahora tenemos más socios, hay más ambiente en los partidos y si no coincide con otros encuentros viene gente de Haro y Santo Domingo, con lo que es para estar satisfechos. Con eso nos tenemos que quedar”, afirma José Mari Alonso. Al menos él ha visto la evolución de la entidad en sus cinco temporadas: “Se ha crecido, pero no es lo mismo estar en Regional que en Tercera. Nos falta experiencia y nos ha pillado de nuevos en algunos aspectos, pero son cosas que se aprenden fallando y estamos convencidos de que los corregiremos para volver con más fuerza a Tercera, si toca”.

En el ámbito deportivo, el técnico lo tiene claro. “Sabemos nuestras limitaciones y lo importante es que el equipo no pierda la moral, aunque cuesta. Dentro de nuestras posibilidades tratamos de disfrutar, cualquiera lo diría, compitiendo, viendo que tenemos opciones, aunque luego pequeños detalles marquen los partidos; esos matices que siempre son en nuestra contra”. Al menos, considera que “es un lujo poder hacer todas las semanas una convocatoria viendo como otros equipos llegan con lo justo los domingos y eso quiere decir que estamos haciendo bien las cosas, aunque luego no se traduzcan en números”.

Siempre es difícil sobrevivir en la casa del pobre y este Casalarreina, por mal que se le pongan las cosas, no quiere dejar de disfrutar de unos meses históricos. “Nuestro única meta pasa por ganar partidos, sobre todo en El Soto”. Lo que tenga que venir, ya vendrá. Lo primero pasa por dar una alegría a su afición, “nos tienen que ver ganar en El Soto”, y por recuperar la autoestima porque “se hace duro ver que el trabajo que hacemos durante las semanas no tiene su recompensa”. Eso es lo más complicado, levantar la moral de una plantilla que aunque imaginaba cuál iba a ser su sitio está sufriendo más de lo que se podía imaginar. Pese a ello, el conjunto riojalteño “va a competir hasta el último minuto, de eso no hay duda” y seguro que va a dar alguna sopresa.

Más allá de los resultados y de un debut agridulce en Tercera, los jugadores que conforman esta plantilla pasarán a la historia del Casalarreina. Óscar y Diego han compartido la portería. Los hermanos Azcárate (Schuster y Miguel) han sido los más habituales en el centro de la zaga, junto al capitán Gerardo, toda una institución en el el club. Chavo, Rubén y Rodrigo han ayudado desde los laterales. Carlos ha tratado de poner equilibrio en la medular junto a Yarón, Darío, Iván, Gorka o Héctor, entre otros. Mientras que el ataque, al que la falta puntería, lo componen Mikel, Borja y Marcos, principalmente. Actitud positiva para completar una campaña dura, pero muy ilusionante pese a las adversidades.

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