Recuperando las sensaciones

Recuperando las sensaciones

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Catorce temporadas lleva Jorge Ochoa en la Oyonesa, trece (en dos épocas) como máximo responsable del primer equipo. Es, sin duda, el entrenador de Tercera que más tiempo lleva en un mismo club. Por algo será. El equipo alavés, después de haber estado codeándose con los mejores, no hay que olvidar que fue campeón del grupo riojano hace unas campañas, no comenzó como deseaba. Se podía intuir, por la configuración del resto de plantillas, que el cuadro alavés igual no daba tanta guerra y que sus aspiraciones no eran las de luchar por la fase de ascenso. Lo que nadie imaginaba fue un inicio tan negativo en el que las cosas no funcionaban, los resultados no llegaban y daba la impresión de que la Oyonesa bastante tenía con pelear por evitar el descenso.

El propio entrenador lo tiene claro: “Perdimos nuestra identidad y como consecuencia llegaron los malos resultados”. Claro que cabe preguntarse los motivos por los se llegó a esa situación. “Todo lo que podía pasar de negativo coincidió. Era un riesgo que asumía al comienzo de la temporada por la planificación de la plantilla, pero la verdad es que todas las circunstancias adversas se juntaron”. En este caso, Jorge Ochoa se refiere a que lesiones y ausencias a los entrenamientos por motivos laborales se intensificaron impidiendo que la primera plantilla pudiera entrenar con muchos efectivos. “Si lo normal es contar con 18 ó 20 jugadores, los entrenamientos eran con 12 y aunque daban lo máximo y el trabajo era muy bueno, hay cosas que no se pueden conseguir”, destaca.

Al final, en los partidos “se podía competir o rendir, pero no lo hacíamos como estábamos acostumbrados y eso nos ha pasado factura. Había días en los que sí se hacían bien las cosas, pero otros no y eso no es la Oyonesa”. Por ello, el preparador de los blanquiazules insite en que el probelma era que “no estábamos siendo fieles a nuestras señas de identidad. Si las perdemos, no somos nada”. Viendo el balance de goles, los alaveses son el quinto peor ataque, con 19 tantos, y el octavo menos goleado, 32. Pero Jorge Ochoa le da más importancia al balance defensivo que a los problemas ofensivos: “Aun siendo escandaloso nuestro bagaje ofensivo, lo preocupante es el aspecto defensivo porque triplicábamos el número de goles encajados que otras campañas”.

Y se explica afirmando que “podíamos llevar hasta 7 puntos más con el mismo número de goles a favor, pese a ser muy malo, porque atacar bien no garantiza marcar más goles, aunque la probabilidad sí que es mayor”. Y pone como ejemplo lo acaecido el pasdo miércoles en la derrota por 0-1 frente al Agoncillo en un partido en el que “la pelota no quiso entrar, hicimos muchas cosas bien en ataque, pero estaba de que no”. Por el contrario, “defender bien te garantiza que no te marquen” y eso “puede llevar a sumar más puntos”. Ahora, tras una buena segunda vuelta, en la que han sumado 16 sobre 24 puntos, parece que se ven las cosas de otra manera en el terreno clasificatorio: décimos con 34 puntos, con 4 de ventaja respecto al undécimo Vianés y a 6 de La Calzada, que le precede en la tabla.“No vamos a marcar niguna historia esta temporada”, comenta el técnico blanquiazul, “pero hay que seguir fiel a nuestro espíritu y continuar hasta el final compitiendo partido a partido, no sólo algunos sino todos, cada fin de semana cuando queremos y cuando no, porque en ésos, sufriendo, es cuando se consiguen cosas”. De hecho, relata que “hacerlo no es nada extraordinario, es lo que siempre se ha hecho en la Oyonesa”.

Explicar el cambio

Para tratar de explicar las razones que han provocado la mejoría de los resultados, Ochoa no sabe concretar. “No se ha hecho nada diferente a otras veces, si acaso, parece que ahora se cree más en lo que estábamos trabajando y que era lo bueno”. Reconoce que “cuando se trabaja en algo la clave es mantener esa línea porque a lo largo es lo que te garantiza la fidelidad en un proyecto, el creer en lo que se está haciendo”.

No en vano, la Oyonesa ha logrado adaptarse a las circunstancias, ha sabido mutar. De imponer su ley en el mítico El Espinar, un campo temible para los rivales que acudían a Oyón, a ejercer de anfitrión en unas instalaciones ejemplares, como las del Oion Arena. “El club ha crecido, pero no ha perdido su sitio”. Evidentemente se podía haber vuelto loco cuando ganó la liga y se metió en la fase de ascenso, pero nada más lejos de la realidad, ha tenido los pies en el suelo. “Con el cambio de campo, de la hierba natural a la artificial se han ganado cosas. Por ejemplo, había fases de la temporada cuando estábamos en El Espinar que no podíamos entrenar y ahora siempre puedes hacerlo. Ganas en el ritmo de los entrenamientos”.Evidentemente, “cuando cambias de campo tienes dos opciones; o continuar como estabas o tratar de aprovecharlo para tratar de crecer más”, asegura Ochoa. “Nosotros hemos buscado la segunda, con el peligro que conlleva ese posible crecimiento con no cambiar la filosofía. Es decir, teníamos que seguir siendo la misma Oyonesa, pero adaptándonos. Ser fiel a un estilo, pero aprovechando las opciones que nos da el nuevo campo para, insisto, tratar de crecer. Otra cosa es que lo hayamos conseguido o no”.

Para ello, este verano apenas realizaron incorporaciones salvo la del delantero Joseba (Anguiano), Carmelo, que volvía a los terrenos de juego tras estar entrenando con los blanquiazules, el portero Jorge, tras empezar la liga en el Balsamaiso, y el hermano pequeño de los Pinillos, que llegaba del Agoncillo. El resto ya sabían cómo se las gasta Jorge Ochoa. Así que la adaptación de los nuevos no fue excusa. Quizá que Escribano no pudiera jugar de continuo hasta hace un par de meses haya infludio en el aspecto ofensivo, pero no en el defensivo, donde el preparador de los alaveses se las ha tenido que ingeniar para ir cambiando su retaguardia en función de las ausencias, lesiones y sanciones, que se han sucedido.

Así, Nano, el capitán, ha ido intercambiando el puesto de central con el de medio centro. David Sánchez y Jiménez han alternando el lateral con el centro de la zaga, igual que Claudio. Incluso la portería se ha visto alterada con Leo, al principio, Joseba y ahora Jorge (hasta Diego, del Regional ha estado bajo los palos). Javo, como central; Fran, en el lateral; Ureta, de lateral o extremo; el otro Nano (lo han apodado Nnanno, para diferenciarlo), en la medular; con Endika el más regular de todos los jugadores blanquiazules hasta que una lesión le ha privado de jugar en el último mes; Ubis y Chino, en los extremos; Indiano, como delantero; y las apariciones de futbolistas del segundo equipo, como Miguel, Íñigo, Rivera o Jadraque, entre otros, han puesto su granito de arena para que la Oyonesa vuelva a recuperar las sensaciones, “independientemente de los resultados”, y sus señas de identidad. “Sólo así podremos fidelizar a la gente”. Palabra de Jorge Ochoa, toda una institución en el club.

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