La Coordinadora contra la Ley Mordaza llama a la desobediencia civil

El próximo miércoles 1 de julio entrarán en vigor la última Reforma del Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida entre sus detractores como Ley Mordaza. En La Rioja, la Coordinadora que componen varias organizaciones que se oponen a estas medidas, ha presentado hoy un manifiesto en el que señalan directamente a estas “leyes que sancionan, prohíben y criminalizan prácticas tan normalizadas como parar un desahucio o asistir a una persona sin papeles”. Leyes que, en su opinión, “castigan la pobreza, la solidaridad y la protesta.

Recuerdan que con esta nueva normativa que se aplicará en todo el Estado, se contemplan multas de hasta 30.000 euros por negarse a identificarse u obstruir a cualquier autoridad en el ejercicio de sus funciones, hasta 600.000 por manifestarse en lugares que se consideran infraestructuras críticas, como Garoña, o 600 euros para los convocantes de manifestaciones que no estén notificadas. Se regulan también las devoluciones 'en caliente' de forma que ningún Guardia Civil podrá ser imputado y se pena el uso de imágenes en las que aparezcan las Fuerzas o Cuerpos de Seguridad del Estado.

Según la Coordinadora, “lo hacen en nombre de la seguridad ciudadana pero son la respuesta de quienes sienten cualquier iniciativa social como una amenaza a sus privilegios”. Consideran que, lo que debería ser motivo de ilusión ante un proceso de unidad social que se está vertebrando a lo largo de los últimos años, se ha convertido en motivo de persecución a través del miedo y la represión.

Consideran que son las “personas que defendemos diariamente el derecho a la vivienda, a la información libre, personas que tomamos la calle reclamando educación públiica y sanidad universal, las que no tenemos papeles, las que sufrimos las consecuencias de un empleo precario, las que tenemos el verdadero poder de cambiar las cosas”. Por eso, una vez agotadas todas las vías para intentar paralizar la entrada en vigor de esta Ley, consideran que no les queda más opción que no consentir y refrendar estas leyes a través del silencio.

Se posicionan por tanto en el lado de la desobediencia activa y llaman a la sociedad a sumarse a esta opción mostrando así el rechazo ciudadano a una ley que consideran injusta y represiva.