Esta semana, organizada por el Ayuntamiento de Logroño, se está celebrando la Semana de la Movilidad bajo el lema Juntos Hacemos Ciudad. La primera cuestión surge cuando uno se pregunta por lo que quiere decir la organización por Juntos, ya que en su organización sólo ha participado el gobierno del PP. Y lo segundo sería preguntarse qué significa Hacemos Ciudad, pues obviamente casi ninguna de las actividades diseñadas hace ciudad: no hace ciudad llevar niños y niñas a unas cocheras de autobuses urbanos ni al parque infantil de tráfico para que pasen el rato ni a una salida en bici dirigida por la Policía Municipal ni un corte de tráfico en la Gran Vía. No hace ciudad una charla sobre electromovilidad en la que se nos va a hablar del coche eléctrico, cuando luego no cumplen la instalación de infraestructuras que necesita y fue aprobada en el pleno.
Ninguna de esas actividades hace ciudad, porque sencillamente no cuestiona el modelo de ciudad y de movilidad INsostenible en el que estamos ni propone absolutamente ningún cambio. Esta semana está más en la línea de política cosmética del PP de esta ciudad, que no sólo no hace, sino que tampoco escucha las propuestas que se le hacen desde ámbitos tan diversos como movimientos sociales muy relacionados con el espacio urbano, arquitectos, urbanistas, universidad o algunas asociaciones vecinales.
Lxs responsables de este ámbito del Ayuntamiento se empeñan todavía en identificar movilidad con tráfico, con lo cual cuando hablan de movilidad sostenible están en realidad hablando de tráfico sostenible, lo cual es una contradicción absoluta, pues el coche y la sostenibilidad no casan, llevando a políticas de avestruz: echar tierra sobre el problema. En esta fase están los responsables de las diversas áreas de gobierno implicadas en movilidad de Logroño y se puede comprobar si se consulta la información que se da en la página web oficial del Ayuntamiento sobre sostenibilidad, sonde se encontrarán con el vacío más absoluto.
Ahora, echen un vistazo a las páginas web de Vitoria y Zaragoza, por poner dos ejemplos cercanos, y verán que no nos inventamos nada. Verán los años luz que nos llevan en cuanto a movilidad sostenible. Y digo que echan tierra, porque nuestrxs gobernantes nos quieren meter en la red de ciudades inteligentes y anuncian a bombo y platillo todo lo que tenga que ver con smart city, pero dejan el contenido de esas smart cities hueco. La prueba mas palpable de este vacío es esta semana de la movilidad que se está llevando a cabo esta semana, repitiendo el mismo programa vacío, con “viaje escolar con regalo”, que han llevado los últimos años.
Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de movilidad? Hablamos de cómo nos movemos por nuestra ciudad, de los condicionantes de todo tipo que tenemos y de las consecuencias que tienen estos desplazamientos a todos los niveles, de eso hablamos. Y para empezar, en nuestra ciudad la mayoría de los desplazamientos se producen en vehículo privado, ese que provocó el año pasado más de un centenar de atropellos, que ayuda (y mucho) a aumentar la contaminación atmosférica, acústica y visual y al que se dedica un espacio público inusitado que arrincona a peatones a esos márgenes de la calle llamados aceras. Aceras que en algunos tramos son ridículas franjas llenas de personas que tienen que circular entre bicis, carritos, mesas, sillas, papeleras, farolas o bolardos para evitar que aparquen los coches. Téngase en cuenta que no decimos nada de las dobles filas, los atascos a ciertas horas, la velocidad totalmente inadecuada y así hasta un largo etcétera que nos confirma que la movilidad en Logroño es insostenible.
Entonces, ¿para qué va a preocuparse nuestro Ayuntamiento de la movilidad (y muchos menos sostenible) si bastante tiene con regular el descontrol que hay con el tráfico? ¿Quizás piensen que Logroño es una ciudad con poquitos habitantes y nuestros niveles de contaminación de aire son todavía soportables? Obvia hablar de las consecuencias derivadas del tráfico motorizadas, su efecto local y global al cambio climático, al ruido, etc. Sin embargo, a quienes regentan el Ayuntamiento no se les puede acusar de ignorancia, pues no en vano con fondos del Ayuntamiento se han pagado un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y un Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES), firmado en el marco del Pacto de los Alcaldes.
Ciertamente, conocen bien el escenario en el que estamos, pero apenas actúan, apenas desarrollan una mínima parte lo planeado. Por centrarnos en el PMUS, de los trece programas que hay, se desarrolla curiosamente uno, el de transporte público, pero apenas hay nada de los otros doce, que cubren aspectos tan importantes como estos que enumero a continuación, junto a la fecha en que deberían haberse aplicado:
Todo esto que queda en el tintero son cosas que les recuerdan continuamente esos grupos llamados "marginales" o "radicales" que simplemente basan sus argumentos en lo aprendido de nuestras ciudades vecinas o en documentos como La Estrategia española de movilidad Sostenible, editado entre otros por la FEMP, que nuestra alcaldesa bien conoce y que no tienen nada de radicales.
Argumentos que están haciendo suyos Juntas de Gobierno de todos los colores, porque sencillamente hacen una ciudad más amable, más segura, más implicada en la lucha contra el cambio climático y la transición energética. Sólo hace falta estar a la altura de los tiempos, algo que aquí en Logroño nuestro Ayuntamiento no parece ver o querer ver.