Logroño se apaga por La Hora del Planeta
El Ayuntamiento de Logroño se suma un año más a la campaña 'La hora del planeta' y mañana, sábado 30 de marzo, entre las 20,30 y las 21,30 horas, se apagarán las luces del Ayuntamiento, Muro del Revellín y de la fuente de Murrieta.
El efecto de esta iniciativa es una muestra más de la apuesta del Ayuntamiento de Logroño por la sostenibilidad económica y medioambiental.
Esta campaña, que tiene como lema 'Únete al reto de la Hora del Planeta y apaga por la Naturaleza', está promovida en todo el mundo por la organización internacional de conservación de la naturaleza WWF (World Wide Fund for Nature).
'La hora del planeta' se ha convertido en el mayor movimiento global de lucha contra el cambio climático y de concienciación sobre la necesidad de un desarrollo sostenible.
También el Parlamento de La Rioja apagará las luces de su fachada este sábado, entre las 20.30 horas y las 21.30 horas, para sumarse a la celebración.
La institución participa en la iniciativa que promueve WWF bajo el lema Únete al reto de La Hora del Planeta y apaga por la Naturaleza con el objetivo de sensibilizar a los ciudadanos para que adopten una forma de vida más sana y que se conecten por una causa común, el respeto a la naturaleza.
El Parlamento de La Rioja lleva desde el año 2012 tomando parte en esta acción y, una vez más, la Mesa de la Cámara, en su reunión del pasado 8 de marzo, acordó adherirse a esta iniciativa para trasladar a la sociedad riojana la importancia de poner en marcha acciones contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Según manifiesta WWF en la promoción de esta campaña, la naturaleza nos proporciona todo lo necesario para vivir pero la estamos destruyendo a un ritmo vertiginoso. Después de muchos años de trabajo en todo el mundo, la sociedad se está uniendo y movilizando poniendo en marcha miles de iniciativas en favor del clima y de la naturaleza.
La organización anima a actuar juntos y de manera urgente porque el cambio climático y la perdida de la naturaleza combinadas ponen en peligro nuestra calidad de vida y la de las generaciones futuras.
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